jueves. 25.04.2024

Lo que ocurre después

"Antes de la novela ‘Los desposeídos’ de Szilárd Borbély era incapaz de estar leyendo más de media hora seguida"

Lo que ocurre después

Marca este libro un antes y un después en mi deshabituación del tabaco. Antes de esta novela, ‘Los desposeídos’, de Szilárd Borbély (Fehérgyarmat, Hungría 1963 – Debrecen, Hungría 2014), era incapaz de estar leyendo más de media hora seguida, y había también perdido algunas horas de lectura, tan habituales antes, en el bar que hay junto a casa. Pues la mayoría de esas cosas han vuelto con ‘Los desposeídos’, y de nuevo he leído extasiado durante horas, y en los bares, y por el pasillo, y ha regresado la ‘veracidad’ lectora. ¡A Dios gracias! Creo de verdad que este cambio ha venido para quedarse.

Los desposeídos es un relato de dolor, de miseria, de exclusión y de supervivencia. De miedo también: ‘Se temen los unos a los otros. Temen a los botafuegos, a los pendencieros. Y también a los comunistas. Y a los soplones, que van a la sede del Partido a cantar lo que se ha hablado. Pero no saben quiénes son los soplones, así que desconfían los unos de los otros. Todos de todos. Y tienen miedo. Solo el aguardiente disuelve el miedo en su interior’.

En un pequeño pueblo rural y remoto de la frontera noroeste de Hungría, el rencor, el odio, el hambre y la violencia gobiernan la vida diaria y se cuela en la cotidianeidad de sus vecinos. Entre tanta pobreza todos luchan por sobrevivir, y la vida se nos narra a través de la mirada de un niño que intenta evadirse creando su propio universo. El joven convive con un hermano pequeño, una hermana de la que heredad de la ropa, un padre que se ahoga en alcohol y una madre que continuamente piensa en el suicidio como única salida. Con todos estos elementos, Szilárd Borbély traza un mapa sin precedentes de la Hungría de pos guerra, que vive entre el recuerdo de combates, y el regreso de los supervivientes y la era comunista.

Con esta novela, Szilárd Borbély retrató la crueldad de una época con un lenguaje sobrio, directo y contemporáneo, cuya originalidad proviene de la potencia de su prosa descarnada, pero también de su estilo expansivo y preciso que recorre como un viento toda la novela.

Lo que ocurre después