jueves. 18.04.2024

El Virgen del Rocío iluminará de azul su cúpula por el Día Mundial del Autismo

El centro sanitario lleva en seguimiento a más de 150 niños y adolescentes que sufren algunas de estas afecciones que conllevan problemas sociocomunicativos

El equipo multidisciplinar de la Unidad de Salud Mental Infantil del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha atendido 248 nuevos pacientes durante el último año, de los que 45 fueron diagnosticados con un Trastorno del Espectro Autista (TEA).

En total, llevan en seguimiento más de 150 niños y adolescentes que sufren algunas de estas afecciones que conllevan problemas sociocomunicativos.

Por ello, y para "seguir concienciando a la población sobre estos trastornos, el Hospital se ha sumado a la iniciativa 'Light It Up Blue' --'Ilumínalo de azul'-- con motivo del Día Mundial de Autismo y pondrá su cúpula de este color este viernes, mientras que continuará de verde durante la pandemia", informa en un comunicado.

Los profesionales sanitarios recuerdan que este trastorno es una "condición" que dificulta la comunicación y la interacción social, e indican que un aspecto positivo para la rehabilitación de los pacientes es que "cada vez se diagnostica de manera más precoz, normalmente antes de los tres años".

Para facilitar la pronta detección por parte de los pediatras, la USMI-J da indicaciones sobre una serie de señales de alarma a las que atender.

Así, a nivel de lenguaje, "se debe poner especial atención sobre los niños que no adquieren la habilidad correctamente o aquellos que no alcanzan los hitos del desarrollo al nivel de los demás".

En este sentido, la dificultad a la hora de adquirir el lenguaje y desarrollar habilidades sociales, "junto con la manifestación de intereses restringidos, son los síntomas más frecuentes de este trastorno".

"Asimismo, la causa se considera multifactorial puesto que los especialistas reconocen que se trata de un trastorno del neurodesarrollo, donde intervienen factores biológicos, genéticos, entre otros", añade.

El diagnóstico es clínico, puesto que el paciente "debe reunir los criterios que están establecidos en alguna de las clasificaciones internacionales (DSM-5 o la CIE-10).

Además, existe la posibilidad de realizar una prueba diagnóstica que apoye el resultado. Por ejemplo, está el ADOS-2, prueba observacional para registrar cómo responde el paciente (mirada conjunta, respuesta con palabras o gestos, conductas estereotipadas, rigidez y el ADI-R, una entrevista dirigida a los padres para conocer las respuestas del menor en determinadas circunstancias".

Ambas pruebas aumentan la especificidad y sensibilidad, para que haya menor margen de error en el diagnóstico. Principalmente, el tratamiento se basa en la rehabilitación "a través de los programas de los Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT), donde son atendidos hasta los seis años, así como la rehabilitación logopédica y de habilidades sociales", destaca el comunicado.

El Virgen del Rocío iluminará de azul su cúpula por el Día Mundial del Autismo