jueves. 28.03.2024

Malos tiempos para la justicia

"9 años de condena para cada uno de los componentes de la maldita manada me parecen muy pocos"
BTB71A Judge holding gavel in courtroom. Image shot 2010. Exact date unknown.
BTB71A Judge holding gavel in courtroom. Image shot 2010. Exact date unknown.

Malos tiempos para la justicia

"9 años de condena para cada uno de los componentes de la maldita manada me parecen muy pocos"

Independientemente de que sea abuso, agresión o violación, 9 años de condena para cada uno de los componentes de la maldita manada me parecen muy pocos. Poquísimos. Soy de los que en este tipo de casos apuestan siempre por el palo muy largo y mano muy dura y, obviamente, no me parece ejemplarizante la condena a esos individuos.

El Español

Pero, de ahí a que se tenga que administrar la justicia que digan las siempre interesadas manifestaciones cargadas de conciencia política y no tanto social, va un trecho. Me temo que algunas de las marchas o concentraciones contra la sentencia de la manada no buscaban justicia, sino venganza. Y, en este país, sabemos mucho de venganzas. Me atrevería a decir que los nativos de esta tierra la llevamos en los genes.

Venganza no contra ‘la manada’, pues en este caso sólo hay una víctima que se puede cobrar el agravio o daño recibido, sino contra el tribunal, compuesto por tres jueces, que no han dictado la condena que a las masas manifestantes les habría gustado. Se tiran a la calle contra el heteropatriarcado, palabra que la versión web del Diccionario de la Real Academia de la Lengua no reconoce, tal vez por culpa de los académicos y académicas que deben ser todos unos heteropatriarcas, como el tribunal navarro de la condena suave a ‘la manada’

Insisto que 9 años para cada uno de esos cabestros me parecen casi una broma para la gravedad del delito juzgado. Sin embargo, ya me gustaría a mi que todos los y las que estos días han participado actos de protesta por la sentencia se hubiesen manifestado con la misma fuerza en casos como los de Diana Querr o Marta del Castillo. En sendos casos hubo más silencio que protestas, a pesar de que todas las cadenas de televisión derrocharon horas y horas de sus parrillas de programación, incluyendo condenas televisivas antes de que se aperturase el juicio oral.

O que se echaran a la calle con idéntica fuerza exigiendo la no derogación de la Prisión Permanente Revisable para los autores de crímenes como los cometidos por ‘la manada’, el ‘Chicle’ o los niñatos supuestos culpables de la muerte de Marta del Castillo. Claro está, la izquierda movilizadora de este país es mucho más de armar algarabías que de buscar la justicia.

Asegura el Diccionario que justicia es el “principio moral que lleva a dar a cada uno lo que corresponde o pertenece”. Y estoy convencido de que cualquier violador, en manada o solitario se merece y le pertenece el más duro de los castigos. Y no creo que haya mayor condena que la de no tener certeza de salir de la cárcel.

Malos tiempos para la justicia