viernes. 19.04.2024

Consternación por la muerte del doctor Julio Mendoza

Fallece a los 84 años el gran profesional del Hospital de Jerez y cirujano de plazas de toros de Jerez, Sanlúcar y El Puerto

Dijo Ernest Hemingway que lo único que nos separa de la muerte es el tiempo. Y hoy toca hablar de muerte y de tiempo. Un tiempo que suma 84 fecundos y eficaces años. Como la siembre fértil de toda una vida. Y de muerte en estado de gracia, en paz con Dios y en serenidad con todos los suyos: su gran familia y sus innumerables amigos. El sol brilla sobre un ruedo que trasmina silencio y puerta grande. Porque ha fallecido Julio Mendoza, el notabilísimo cirujano de los equipos médicos de plazas como las de El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Jerez de la Frontera.

El mundo del toro se revista unánimemente de luto. Porque ha fallecido un hombre de veras extraordinario. Un profesional que siempre encaró misión con alteza de excelencias. Una garantía en sí mismo. Cirujano en el Hospital de Jerez y en Santa Rosalía. Solía mezclar Julio el rigor académico con la empatía de la cercanía con los pacientes. La enfermedad se achicaba -desaparecía- en sus manos. En sus manos maestras de quien se sabe docto en la materia.

Aventajado discípulo del doctor Felipe de la Cruz. Laboró asimismo en el Hospital de Mora desde el tercer año de la licenciatura en Medicina y Cirugía. Quienes bien lo conocieron de cerca no dejan de mencionar la frecuencia y la implicación de Julio Mendoza, por aquellos entonces, con la tuna de la Facultad de Medicina y las enriquecedoras tertulias del todo taurinas que por veces crecían en la tienda de Pepe Manteca.

Sentó plaza profesional en Jerez. Y pronto comenzó a trabajar como médico de familia. Enseguida cobró fama su habilidad social y el sentido humano e incluso humanista de su noble quehacer. En el Hospital de Jerez ha sido querido y admirado por todos cuanto tuvieran la dicha de conocer a este celebérrimo doctor. Recibió homenajes y reconocimientos por su labor médica a pie de albero en plazas de toros. Todo un garante para quienes han vestido el traje de luces bajo la cercana mirada de quien ahora ya goza de la estancia celeste. Descanse en paz.

Consternación por la muerte del doctor Julio Mendoza