martes. 16.04.2024

Dejan morir a su bebé y lo encuentran desnutrido y con gusanos en el pañal

El cuerpo del pequeño presentaba igualmente claros síntomas de deshidratación

La noticia es, sin duda, patética. Su mera lectura deja una estela de máximo dolor. Por incomprensible y por inadmisible. Acaba de comenzar el proceso judicial de Zachary Koehn y a Cheyanne Harris, residentes del condado de Henry, Iowa (Estados Unidos),  por la muerte de su propio bebé de cuatro meses a causa de deshidratación y desnutrición. Tal como se lee. ¡Para echarse las manos a la cabeza!

Ha sido el padre quien ya ha declarado y se espera que sea la madre la que lo haga en los próximos días. A la otra hija de la pareja, que cuenta con dos años de edad, la encontraron ilesa. Debemos remontarnos al 30 de agosto de 2017, cuando el mismo padre, de entonces 28 años de edad, procedió a llamar al 911 -número de emergencias- para así pedir ayuda médica para su bebé…

¿Por qué pedía ayuda para su bebé? Porque ni reaccionaba. Cuando se personaron de inmediato, tan pronto llegaron al sitio, pudieron verificar que el bebé estaba muerto. Los análisis forenses no daban lugar a dudas: detallaron que el cuerpo presentaba signos de grave desnutrición, dermatitis, pesaba sólo 7 libras (3,17 kilogramos) e inclusive encontraron que tenía gusanos en su pañal…

¡Gusanos en su pañal! Prueba evidente de que hacía varios días de que no lo cambiaban. El médico presentó fotos, fotos evidentes, fotos esclarecedoras, donde veía las condiciones en las que se encontraba su bebé. Se plasmaba a las claras mantas empapadas de orina y ropa manchada de heces. ¿Dónde se encontraba el cuerpo? En un asiento tipo columpio.

Aún hay más datos ilustrativos: la trabajadora social Sheila Schroeder, que llevó el caso ante el jurado, expresó de manera explícita que el bebé nació con rastros de matanfetamina en su cordón umbilical, comprobando por tanto y por consiguiente que el padre consumía estas sustancias.

Cabe constatar que en el juicio también rindió su testimonio el oficial John Turbett, a quien Zachary le confesó que “nunca cambió el pañal de su bebé porque esa era la responsabilidad de la madre y que la suya era cuidar de su otra hija, custodia que les fue quitada después de este terrible hecho”. Pero no obstante Cheyanne Renae Harris (20 años), se encontraba a las claras bajo severo tratamiento de estrés pos traumático,  también fue imputada ya que confesó haber consumido drogas semanas antes de la muerte del menor.

Dejan morir a su bebé y lo encuentran desnutrido y con gusanos en el pañal