jueves. 25.04.2024

Seis décadas al servicio de los mas pobres del mundo

Manos Unidas refuerza, en esta edición, su denuncia sobre la situación de la mujer en los países empobrecidos

En 1959, las mujeres de Acción Católica de España lanzaron la primera Campaña contra el Hambre. A partir de ese momento se fue configurando lo que hoy conocemos como Manos Unidas. La organizacióncumple 60 años de lucha contra el hambre y esta semana se ha iniciado su Campaña número 60 bajo el lema 'Creemos en la igualdad y en la dignidad de las personas'.

Manos Unidas refuerza, en esta edición, su denuncia sobre la situación de la mujer en los países empobrecidos en los que trabaja e inicia un periodo de tres años en el que reivindicará el cumplimiento de los Derechos Humanos en todo el mundo.

De esta manera, nuestra diócesis, a través de la Delegación de Manos Unidas Cádiz, se suma a la celebración de estos 60 años de lucha contra la pobreza y el hambre en el mundo con una serie de actividades y celebraciones. El obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidirá el próximo domingo, 10 de febrero, a las 12.00 horas, en la Catedral de Cádiz, la misa de acción de gracias por esta efeméride. Asimismo, ha dirigido una carta a los fieles en la que destaca la labor de Manos Unidas a lo largo de estos años y la defensa de la dignidad de la mujer, que la organización propone en su campaña anual.

Manos Unidas celebra su 60 aniversario reforzando su empeño y trabajo en la protección y la defensa de los derechos de todas las personas, y, sobre todo, de las más vulnerables y excluidas. Hace 60 años que un grupo de mujeres de Acción Católica, conscientes de su compromiso cristiano y amor a Jesucristo, hizo de la lucha contra el hambre un gran proyecto colectivo trabajando por la dignidad de las personas. Desde entonces siguen llamándonos año tras año para que, urgidos por el amor a Cristo, también nosotros nos comprometamos en erradicar el hambre y para defender los derechos de las personas necesitadas.

Su guerra al hambre a través del apoyo a las comunidades pobres ha sido parte de su ingente misión, lo que conlleva la promoción de los derechos humanos que continúan siendo vulnerados y son causa principal de la falta de acceso a los recursos para obtener una vida digna.

Su lucha por la vida digna es una llamada a nuestro compromiso para colaborar con sus proyectos donde, defendiendo los derechos humanos, se promueven acciones que conducen al cambio de estructuras, valores y actitudes que favorecen la construcción de un mundo más justo y una sociedad más solidaria.

La campaña de este año pone su foco en la mujer del siglo XXI, para trabajar por la igualdad de los derechos y reconocer que las diferencias lógicas y complementarias entre el hombre y la mujer no han de ser elementos para la exclusión, sino para buscar la integración de todos, haciendo una sociedad más justa.

En Manos Unidas conocen perfectamente el valor de la mujer, pues ellas han sido las promotoras de esta corriente inmensa de ayuda a los necesitados para erradicar el hambre en el mundo. Como cristianos creemos en la dignidad de las personas y en la igualdad de sus derechos, evitando toda discriminación y marginación en el ámbito laboral. Es necesario apoyar la igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer y garantizar una igualdad objetiva ante la ley. La mujer de hoy ha de ser motor de desarrollo y promotora de derechos, especialmente donde –inexplicablemente en nuestro siglo—, aún ni tienen voz ni son independientes. El genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social. Las mujeres ocupan, además, un lugar destacado en el sustento de las familias y son imprescindibles en el desarrollo humano. Sin embargo, un tercio de las mujeres del siglo XXI no son independientes, ni seguras, ni con voz.

Invito a todos a colaborar con Manos Unidas en esta campaña que despierta de nuevo nuestra sensibilidad y nos invita a actuar para que multitudes puedan cambiar su vida con nuestro apoyo decidido y acompañamiento, para hacer una sociedad más justa y equitativa. La caridad nos hace corresponsables en el bien común.

Seis décadas al servicio de los mas pobres del mundo