¿Y la criba del COAC pa cuándo?

'Los luceros' alumbran una aburrida sesión que vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de replantearse el actual formato del Concurso

Esta fase clasificatoria del COAC 2019 comienza a alcanzar unos límites que van más allá de lo insoportable. Lo malo es que se veía venir. 147 grupos eran muchos grupos y el nivel medio ya no es ni medio, ni aceptable, directamente esto no hay por donde cogerlo.

Y, lógicamente, queda todavía más en evidencia los fines de semana con 8 agrupaciones por sesión, lo que provoca que el tedio se alargue como mínimo media hora más. Si encima, como en el caso de la de este sábado día 9 de febrero, el asunto va con retraso, el bostezo acaba ganando la partida.

Como era de esperar de ese tedio generalizado se salvó la comparsa de 'El Chapa' y 'El Noly'. Además, su nivel más que notable todavía sirve para dejar más en entredicho a todas las demás. Ojo, a muchas de las de esta noche y a otras muchas de funciones anteriores.

Tiene muchas virtudes esta comparsa pero, especialmente, la de saber conjugar a las mil maravillas la elegancia y sencillez de las músicas de Manuel Sánchez Alba con la pluma directa y sin pelos en la lengua de su letrista García Argüez.

Y, bajo la batuta maestra de Subiela en la dirección, el resultado es el asentamiento de un proyecto que nació hace tres años y que algún día se subirá a lo más alto. ¿Por qué no en este 2019? Arsenal habrá para que estos luceros sigan brillando.

El resto dio para lo que dio. Entre los grupos que crecieron con respecto al año anterior se sitúa el coro 'Gádix', que elevó sus prestaciones en relación a comparecencias pasadas. Este año podría ser el del salto y, además con 12 de los 16 coros presentes en cuartos, ya debería tocarles. Eso rearmaría la moral de la tropa.

La comparsa chipionera 'Los infinitos' resume bastante lo que es esta primera fase. Una puesta en escena muy vanguardista que llama la atención, pero, desgraciadamente, no podemos olvidarnos que es un Concurso de letras. Y si estas fallan....

La chirigota 'Los que tienen mucho que perder' ni siquiera estuvo a la altura en la idea, demasiado vista en este bendito coliseo con más agrupaciones cada año. Literalmente, el personal del bendito coliseo ni fu ni fa con ellos.

La comparsa portuense 'Por ellos', con autoría de 'El Morta' mejoró con respecto a otras comparecencias de este 'recordado' autor. Ello ya es mucho, sin embargo a lo mejor poco para el prestigio que tiene el Teatro. El recurso infantil, al menos, encontró cierto refrendo en el personal.

'Matando el gusanillo', cuarteto de Antonio Rivas y Manuel Zambrano le puso más voluntad que otra cosa, con el inconveniente añadido de casi calcar la idea del anterior de 'El perrichi' que actuó hace algunas muchas (bueno muchas porque esto es muy largo). Afortunadamente se sobrepusieron a ese y a otros inconvenientes y el digno se lo llevaron.

'La última batalla' es la apuesta de Raúl Villanueva y Ramón Herrera para este Concurso. Sin ironizar da la impresión de que efectivamente será la primera y la última. No se parece mucho a aquellas otras comparsas de mediados de esta década que tan buen sabor de boca dejaron entre los aficionados. No fue de lo peor de la noche tampoco.

Tampoco alcanzó ese calificativo la chirigota de Roquetas de Mar 'No nos perdemos ni una'. Cumplieron el expediente. Lo que ocurre es que parece que con eso está todo dicho. Y ya llevamos 15 días con la misma cantinela. Y todavía faltan cinco.