Terrible cogida de Juan José Padilla en Valladolid 

El diestro jerezano protagonizó otro gesto de heroicidad sobre la arena

Sin duda está siendo accidentada la temporada de despedida de los ruedos del gran torero Juan José Padilla. Valiente donde los haya, de nuevo el diestro jerezano ha sufrido una terrible cogida llena de fealdad y aparatosidad. Ocurrió en el tercio de banderillas al toro que abrió el festejo en Valladolid, léase el penúltimo de la Feria de la Virgen de San Lorenzo.

‘Durazno’ era el nombre del toro traicionero, perteneciente a la ganadería de García Jiménez, que prendió por el chaleco a Padilla justamente en el instante en el que el torero -torero siempre con mayúsculas- trataba de prender el segundo por banderillas. Con fuerza lo derribó y, ya caído en la arena, le buscó la taleguilla que a decir verdad hizo trizas de arriba abajo. Un susto de consideración.

Afortunadamente Juan José salió ileso: sólo sufrió daños su traje, roto tras el enorme revolcón del que fue objeto. Muy al contrario de cuanto sucedió en la aciaga corrida de Arévalo, en la que otra cogida le arrancó parte del cuero cabelludo, que provocó unas imágenes que pusieron los vellos de punta a todos los españoles.

En esta ocasión el tronío de Juan José Padilla de nuevo se puso de manifiesto al revestirse con un pantalón vaquero para regresar al ruedo y así culminar exitosamente el terció con un par de violín que acto seguido enardeció a todo el publico congregado en la plaza, a la que dedicó la lidia y muerte de ‘Durazno’, del que paseó una oreja justo antes de entrar en la enfermería por su propio pie: una demostración más de este héroe sin parangón.