jueves. 25.04.2024

Salva su vida al arrebatar a su madre el arma con la que mató a sus hermanos

La menor se escondió en el baño y posteriormente logró hacerse con la pistola

Los casos de violencia se suceden en una sociedad, la del siglo XXI, que a menudo parece haber perdido el norte. Una mujer de tan sólo 38 años, natural de Oklahoma (EE UU), ha sido acusada de asesinato en primer grado por matar con una pistola, ¡y mientras dormían!, a dos de sus hijos y asimismo herir a la hija menor. Parece inverosímil una narración de estas características.

Esta mujer ha declarado además ante las autoridades que lo hizo para protegerlos de su padre abusador. Declaración que no se sostiene en pie. Únicamente una hija se libró de la muerte a manos de su propia madre. ¿Cómo? Al conseguir refugiarse en el cuarto de baño y posteriormente arrebatarle la pistola, según Fox News. Espantó a la muerte de chiripa.

La tragedia se escribe con todas sus letras. El crimen ocurrió el pasado 1 de noviembre en una vivienda de Nuyaka —al suroeste de Tulsa— precisamente cuando la mujer, Amy Leann Hall, no dudó en disparar en la cabeza a su hijo de 18 años, Kayson Toliver, atleta estrella y estudiante de honor, cuando estaba en la cama. Con una frialdad que nos hace temblar.

Seguidamente se dirigió a la cama donde dormía su hija de 16 años, Kloee Toliver, que permaneció días hospitalizada en estado de muerte cerebral hasta que falleció esta misma semana. La injusticia contra natura. Fue la más pequeña de los tres hermanos, de 14 años de edad, la benjamina, la que se escapó a un cuarto de baño y se puso a llorar. Tras indicarle a su madre que "estaba bien", salió del cuarto y pudo arrebatar la pistola a Hall, quien a todo trapo trató de huir de la escena en vehículo.

No obstante sus planes se truncaron por entero cuando la Policía la interceptó a varias millas de su casa. Fue arrestada. Las consecuencias habían sido dantescas. A pesar de las declaraciones por las que la acusada asegura que trataba de "salvar" a sus hijos de los abusos de su padre, también del mismo modo no dudó en confesar la intención de suicidarse pues estaba "muy arrepentida" por lo que había hecho.

El contexto familiar no era muy favorecedor. La mujer y el padre de los chicos se habían separado y llevaban dos años de batalla judicial -con las espadas en alto- por su custodia. Según declaraciones del hombre, Hall era “mentalmente inestable y abusaba psicológicamente de ellos”. De hecho hace tan solo un mes, Hall presentó una orden muy urgente solicitando la custodia exclusiva de sus hijos.

Salva su vida al arrebatar a su madre el arma con la que mató a sus hermanos