Una primera vuelta para seguir soñando

Tras la conclusión de la primera vuelta, el Sevilla FC se encuentra en una privilegiada 3ª posición que hace del equipo de Machín uno de los aspirantes al título

Pasado un año convulso en Nervión, desde las oficinas del Pizjuán se intentó armar un nuevo proyecto de garantías, donde la base se sustentase en un entrenador capaz de sacar el máximo rendimiento a todos sus futbolistas, a través de un sistema convincente y del que tanto aficionados como futbolistas crean en él. El encargado de dicha tarea no fue otro que Pablo Machín, un líder al servicio del club rojiblanco.

Las dudas en cuanto a este nuevo Sevilla se disiparon tan rápido como las eliminatorias previas a la Europa League. El conjunto de Nervión eliminó de forma fácil y rápida a sus rivales previos, llegando en muy buena forma a una parte importante de la temporada, su comienzo.

La Liga comenzó en Vallecas para el Sevilla. El campo de un recién ascendido sería la vara de medir de un proyecto que no ha hecho nada más que empezar. Una noche calurosa madrileña se convirtió en la noche perfecta para André Silva, el flamante fichaje sevillista. Un hat-trick suyo, y un gol del 'Mudo', dejaron un contundente 1-4 en el marcador, haciendo de las delicias de la afición andaluza para dar comienzo a una nueva liga.

La expectación por este nuevo Sevilla era máxima tras un arranque tan prometedor, pero no todo iba a ser un camino de rosas. En la segunda jornada el Villarreal logró un valioso empate a cero en el Pizjuán. El debut en casa no fue tal y como se esperaba, y la afición ya andaba ansiosa por la 3ª jornada de liga, el derbi sevillano llegaba muy pronto.

La visita al Villamarín se presentaba crucial para que el proyecto presentado por Pablo Machín tuviese el reconocimiento que buscaba el entrenador. Sin embargo, el Real Betis se hizo con el derbi tras un gol de Joaquín que hizo enloquecer a la afición bética. El derbi de los contrastes presenció el Benito Villamarín. Dos estilos antagónicos se propusieron aquel 2 de septiembre en el césped, donde esta vez Quique Setién salió como el principal triunfador de la noche.

El derbi supuso un gran punto de inflexión para el Sevilla. Tras este adverso resultado, la plantilla sacó las castañas del fuego, derrotando a domicilio al Levante por 2-6, en un auténtico recital goleador de los hispalenses. Aquí comenzaría una buena racha que ha llevado a los de Machín a permanecer en puestos Champions en 15 de las 19 jornadas ligueras.

Cuatro victorias consecutivas, entre la que se encuentra la victoria con más méritos de toda la temporada. La goleada al Real Madrid por 3-0 en el Pizjuán, sirvió como un extra de motivación para los jugadores y el cuerpo técnico, que comenzaban a ver como el trabajo ya comenzaba a dar sus frutos a finales de septiembre.

Tras las victorias frente a Levante, Madrid, Eibar y Celta, el Sevilla llegó al Camp Nou líder, justo por delante del Barça. Dicho partido, dictaría en cierta medida las aspiraciones del equipo en la temporada. Para desilusión visitante, el Sevilla sufrió una estrepitosa derrota por 2-4, donde no pudo derrotar a un Barça que ofrecía facilidades en defensa, pero se mostraba impecable en el ataque.

Durante las siguientes semanas el Sevilla se mostró un equipo bastante sólido, vistoso y con las ideas muy claras. El equipo de Machín, por  cada partido que pasa, más se asemeja al Girona de la temporada pasada, un equipo agerrido con una pareja de delanteros arriba incesante y con la capacidad táctica de anular al rival en todas las fases del partido.

El Sevilla continuó enlazando holgadas victorias frente a Huesca, Espanyol, Valladolid y Girona, y  empates frente a equipos como Atlético de Madrid o Valencia, dos de los encuentros más igualados de temporada y donde al Sevilla se le suelen complicar más las cosas.

Al Sevilla le ocurre algo extraño en La Liga cuando se presenta en el estadio de uno de los grandes. En los siete últimos campeonatos sólo ha sido capaz de sacar cuatro empates (dos en Mestalla y dos frente al Atlético) de los cinco grandes escenarios: Camp Nou, Bernabéu, Wanda, Mestalla y el propio San Mamés. Cuatro puntos de 99 posibles. Una auténtica losa para equipo que también tiene estadísticas igual de terribles con sus rivales más cuando es local.

Para acentuar este dato, el Sevilla cerró una gran primera vuelta de la peor forma posible, cayendo en San Mamés, ante un Athletic de Bilbao que superó en todos los aspectos al Sevilla y logró una importante victoria que les hace descolgarse de la parte baja de la tabla.

Llegados al ecuador de la temporada, el conjunto de Pablo Machín se encuentra en una meritoria 3ª posición, habiendo perdido el 2º puesto tras los últimos malos resultados cosechados (Empate ante Leganés y Atlético y derrota frente al Athletic). Pese a ello, el Sevilla cierra una espectacular primera vuelta, siendo uno de los claros aspirantes a un título que se le resiste desde hace ya más de 60 años.

Hace justo un año

El pasado 14 de enero de 2018, el Sevilla llegaba a la jornada 19 tras encadenar tres derrotas consecutivas, la última ante el Alavés en Mendizorroza. Por estas alturas el Sevilla ya había cambiado de entrenador, siendo Montella el sustituto de un Berrizo que no terminó de cumplir las expectativas.

Hace un año, los de nervión de encontraban 6º a seis puntos de los puestos que dan acceso a la Champions League, sumando 23 goles a favor -10 menos que la presente temporada-. Sin duda, el Sevilla de Machín es un equipo totalmente diferente al que vimos en la temporada pasada, pese a no contar con grandes cambios en su plantilla, la dinámica del equipo hace que los resultados les acompañen cerrando así una primera vuelta de altos vuelos en el Sanchez Pizjuán.