jueves. 25.04.2024

Manada de sorpresas para rematar 20 largos días de coplas

La comparsa de Faly Mosquera y la chirigota de Chipiona sobresalen en una función que simbolizó el devenir de esta primera fase

Chimpún. Esto se ha acabado. A algunos se les habrá hecho corto y a otros –creo que a la mayoría- demasiado largo. Punto y final a 20 largos días de coplas que dejan reflexiones profundas sobre el formato actual del Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla.

Esta última función simbolizó perfectamente lo vivido sobre las tablas días atrás. Solo la cabeza de serie anduvo a la altura, aunque, eso sí, la velada contó con la sorpresa agradable de la chirigota chipionera capitaneada en la autoría por David Amaya.

La comparsa de Faly Mosquera había levantado cierta expectación previa al decantarse por un nombre con tantas connotaciones como 'La Manada'. Luego, sobre el escenario demostraron que la manada son ellas.

Extraordinaria puesta en escena de una comparsa que dejó un excelente sabor de boca en este epílogo de clasificatorias. Y no solo por la idea, sino también por un repertorio lleno de mensajes, una buena muestra de ese periodismo cantado que siempre ha sido el Carnaval de Cádiz y que nunca debe perderse.

La precedió una de las sorpresas agradables de la noche, la chirigota chipionera 'Los pecaores capitales', de David Amaya. Se la jugaron y la cosa funcionó a las mil maravillas conectando con el respetable desde minuto 1.

Cuando se abrió el telón, muchos no pudieron evitar acordarse de aquellas chirigotas primigenias de 'Los Carapapa' con tan pocos componentes. En este caso eran solo siete para refrendar la idea. Una apuesta por lo clásico,  en un certamen que ha contado con varias aventuras de este tipo.

El resto de la función se movió entre una mediocridad latente. Arrancó con el coro de Alejandro Ariza, que esta vez llegaba como 'El viaje', pero tampoco culminó su travesía con demasiado éxito. No termina de arrancar, pese a la buena voluntad y la enorme ilusión que le pone su autor.

La comparsa de Huelva 'El último dios' se movió en el terreno marcado para la mayoría en las clasificatorias. Agradable de escuchar y con una música sencilla, en contraposición a unas letras que necesitan más de una audición para ser captadas en toda su extensión.

Desde Algeciras llegó la chirigota 'Los viejos vengadores', que tampoco aportó gran cosa. A la falta de gracia reinante se unió el hecho de cantar el último día con temas demasiados trillados. Ni siquiera su puesta en escena sorprendió como en 2018.

También desde la localidad campogibraltareña comparecía la comparsa 'Los perdidos', que apenas dejó detalles reseñables. Para mirárselo eso de cantar un pasodoble lamentando la imagen de que su tierra sea el santuario de la droga y luego bromear con ese mismo tema tan serio en un cuplé.

La comparsa conileña 'Marcabrú' hacía sus pinitos en la casa de los ladrillos coloraos y cumplió el guión. Buen rato de ilusión para esta nueva tropa de carnavaleros muy arropados desde el patio de butacas. Necesitan seguir mejorando mucho. Eso sí que no decaigan las ganas.

Manada de sorpresas para rematar 20 largos días de coplas