Se aproxima el día. La cuenta atrás es una constante. La impaciencia de millones de personas comienza a acelerarse. Todo cobra un valor diferente en el día a día de Billie Eilish. El documental sobre su vida filmado por Apple TV y que lleva por título The World's a Litte Blurry será conocido en apenas diez días.
Mucho se viene hablando sobre el contenido de este trabajo que asimismo ha tenido a la artista entregada y enfrascada un buen tiempo durante el reciente confinamiento. Se trata de un contenido absolutamente inédito que hará las delicias de los millones de fans de Billie Eilish, tan sensible -que no reservada- con su privacidad.
Fuerte carga emocional
Sensible con su biografía más íntima, en tanto en cuanto ha sido una persona que lo ha pasado bastante mal en el pasado. Sobre todo por complejos que no han de calificarse de tales. Todo genio suele acoger en su interior una alta carga emocional. De ese nivel sensitivo proviene una fuerza natural de captación e interpretación de la realidad.
Billie Eilish es natural como la vida misma. Como su vida misma. La que, en sus orígenes incluso infantiles, ya se reflejan por destellos, en el contenido de un documental que será noticia internacional. En apenas diez días, ya decimos, se deshojará la margarita. Los fans ya poseen los ojos abiertos como platos.
El aplauso inminente
Para este documental Billie Eilish ha abierto muchísimo su corazón. Se ha transparentado mucho más si cabe. Ha dejado pasar por dentro un haz de transmisión, de confesión, que generará el atronador aplauso de todos los públicos, los fanáticos y los allegados.
La verdad de Billie Eilish hay que conocerla a fondo. Y el conocimiento estriba en el origen. Por esta razón la veremos también de niña en las secuencias reveladoras de este trabajo audiovisual. Un trabajo en cuya filmación, en cuya producción, en cuyo guión se ha entregado a fondo, sin fisuras.
Un verdadero privilegio
Ella han tenido la oportunidad de ver el documental antes que nadie. Antes incluso que su propia familia. Antes que cualquier otra persona afín. Y ha decidido hacerlo a solas. Sin ninguna compañía. Sin ninguna otra presencia que diera calor al privilegio de esta premier.
Billie aguardó el instante del visionado con mucho nerviosismo. Más del que ella misma había incluso podido imaginar. Era como enfrentarse a su yo en pasado. Una imagen vale más que mil palabras, mucho más si esas imágenes corresponden y reflejan al niño que fuiste. Ya se sabe que la infancia es la patria del hombre. Lo dijo el gran poeta Rilke.
Dolores de estómago
El día del pase, el día del visionado, Billie sufrió hasta dolores de estómago. Quiérase o no, se enfrentaba cara a cara con una prueba de fuego. En un espacio donde sólo se concentraba su ser, una silla blanca, una gran sala verde y está película tan cuajada de verdades como puños vitales.
Cuenta la vocalista que pudo reír y llorar a partes iguales. Y que las imágenes impactaron con un halo de nostalgia pero también con una buena dosis de visión de futuro. Igualmente el documental es una terapia de choque porque refleja con veracidad los pasados trastornos sufridos por esta internacional estrella musical.
