viernes. 29.03.2024

"El Rey Felipe tiene que ser más empático y no tan políticamente correcto"

Mercedes Milá se confiesa sin reparos a Jordi Évole en el programa ‘Salvados’ de La Sexta

Llegó, vio y venció. Mercedes Milá demostró este pasado domingo noche, en el programa ‘Salvados’ (La Sexta) de Jordi Évole, que está fabricada de una pasta, de una textura, de un músculo cordial,es decir: el corazón, del todo diferentes. Vocacionalmente, en cuanto a la praxis de la deontología del oficio periodístico se refiere, Milá es un hecho diferencial. Como ser humano que late incardinada por entero en las épocas y en el mundo que le ha tocado en suerte -o en desventura- vivir. Lucha a brazo partido por mejorar -por analizar críticamente- su entorno, su realidad circundante.

Enseguida Évole, desde los primeros compases del diálogo, se vio empequeñecido ante la presentadora por razones de pura admiración. Y así lo confesó de sopetón. Y, como guiño de inteligencia también televisiva, la dejó estar. Y Mercedes fluyó con una naturalidad rayana a la confesión jamás previsible ni predecible. Como dijera el clásico grecolatino, “a lo augusto por lo angosto”.

Regaló titulares a diestro y siniestro -torbellino de vivacidad- y además, paulatinamente al son del minutaje, Mercedes comprobó cómo ella misma estaba creando y recreando los resortes -el desahogo- de una necesaria terapia personal. Y desveló cómo ha llevado años luchando contra la espada de Damocles de una fortísima depresión. Y ya para entonces -cuando entró de lleno en las acechanzas de sus crisis emocionales, de sus bajones, “el agujero negro”- la audiencia consignó la veracidad -la autenticidad- de una entrevista que brillaba por todos sus registros.

Abordó todo lo habido y por haber. Políticos, amores, desamores, cómo se entregó hasta el tuétano a Gran Hermano, sus ganas inconmensurables de hacer televisión. Destacamos seguidamente algunas de las aseveraciones, de los entrecomillados, que Mercedes Milá subrayó a lo largo del programa:

“En las entrevistas debemos utilizar todo cuanto tengamos a mano: la seducción, la coquetería, el cariño y la dureza”.

“Hay que vivir el aquí y el ahora. Nunca sabemos qué ocurrirá mañana”.

“Los asesores de los entrevistados mataron las entrevistas en televisión”.

“Parece que en esta sociedad se ha evaporado la ética y ha llegado la mentira y la desvergüenza”.

“En las redes sociales un insulto es grave pero, para quienes tienen la conciencia tranquila y hacen bien las cosas, no deja de ser nada más que un insulto”.

“Me encantaría entrevistar al Papa: porque lo amo”.

“Nuestro actual Rey de España necesita una entrevista en televisión pero sin corsés, no como la que Jesús Hermida le hizo a su padre”.

“El Rey Felipe tiene que ser más empático y no tan políticamente correcto. La monarquía se tiene que sentar con la gente de la calle”.

“Mi límite está en no mentir ni en utilizar el morbo”.

“Lo que me preocupa de las redes sociales es que la gente no lea, porque un libro puede salvarte la vida”.

“Hay que tener mucho cuidado con el trabajo excesivo, con el estrés y con el desamor. Te pueden llevar a los miedos, a no saber qué te sucede, a llorar por llorar, a la depresión, al agujero negro. Como a mí me ha pasado”.

“Yo, en todos los sentidos, soy muy exhibicionista, pero me mido, me mido”.

“Las empresas tienen muy poca consideración para con los problemas personales de sus empleados. Los Recursos Humanos son una mentira, porque ni son recursos ni son humanos”.

“Si mañana me muriera, quisiera que en mi lápida pusiese: Fue honesta y fiel”.

"El Rey Felipe tiene que ser más empático y no tan políticamente correcto"