Al llegar a la zona, los policías encontraron a una mujer semidesnuda, con sangre en el cuerpo y restos de arena de maceta por el rostro, oculta en un garaje, la cual relató que había sido agredida tras ser acusada de entrar en un domicilio para cometer un robo de dinero, móvil y pastillas de metadona a los dueños de la casa.

Según la versión de los testigos e implicados, los  hechos se produjeron cuando supuestamente la víctima estaba manteniendo relaciones sexuales en el interior del cuarto de baño con uno de los que estaba en la casa.

Es en ese mismo momento, cuando la dueña de la casa accedió de imprevisto en el baño acusándola de haber robado entre 40-60 euros y el teléfono móvil, por lo que procedió a propinarle diversos golpes junto a su hijo.

Según la propia víctima y la persona que se encontraba con ella en el baño, además de pegarle, le atacaron con un cuchillo y le dieron con una pesa en el rostro.

La víctima aprovechó un momento de despiste de los agresores para huir del domicilio. El agresor, al ver que intentaba escapar decidió arrojarle las macetas del patio, impactando una de ellas en la cabeza.

Por este motivo, los agentes procedieron a la detención de la madre, propietaria de la casa, y su hijo como presuntos responsables de los delitos de detención ilegal, lesiones y amenazas graves.