martes. 23.04.2024

Aguantarse un estornudo puede ser muy peligroso

Bloquear la salida del aire podría causar daños que lleven a la hospitalización

Te dan ganas de estornudar -muchas ganas- y, al instante, desaparecen. ¿Fastidia o no fastidia? Pues mientras desaparezca porque sí... no habrá problemas. Lo peliagudo, lo peligroso en cualquier caso, lo perjudicial es aguantarse a propósito un estornudo… y, por esta razón, pasar una semana en el hospital.

No es literatura barata, no es exageración, no es canto de sirena. Nos basaremos en estudios científicos. Concretamente en el titulado Snap, crackle and pop (que significa algo así como crujido, chasquido, explosión). Y en el que se analiza un caso real de un británico de 34 años que tuvo que pasar siete días hospitalizado precisamente por frenar el estornudo. Sorprendente, ¿verdad?

Se tapó la nariz con los dedos y cerró la boca cuando el estornudo estalló en el interior. Debió ser un señor estornudo. Porque lo que comenzó con un dolor en el cuello derivó en problemas para tragar saliva e incluso hasta para articular palabra. En el hospital comprobaron que el estornudo interno le había rasgado -nada más y nada menos- que la pared de la faringe.

No se trata, por tanto, de ninguna broma. Ni de lejos. Nuestro desafortunado protagonista tuvo que ser intubado para así poder alimentarse por una vía (ante el alto riesgo de infección). ¿Qué enseñanza podemos entresacar? Que no parece muy acertado bloquear la salida del aire de un estornudo. Porque en caso extremos puede acabar con serios daños en la faringe.

Aguantarse un estornudo puede ser muy peligroso