miércoles. 24.04.2024

La defensa de Ana Julia pide sólo tres años de cárcel por el asesinato de Gabriel

La autora confesa del crimen de Gabriel Cruz, de tan solo ocho años, ha solicitado para ella un máximo de tres años de prisión

Justo cuando se cumple un año de la desaparición de Gabriel Cruz, el pasado 27 de febrero en Nijar (Almería), la defensa de la asesina confiesa ha solicitado para ella un máximo de tres años de prisión, en lugar de la prisión permanente revisable que reclama la Fiscalía y la acusación particular ejercida por los padres del niño.

Los representantes de Ana Julia han enmarcado la muerte del menor como el resultado de una disputa, todo lo contrario al crimen planificado que sostienen las acusacioones, solicitando incluso que se le aplique la atenuante de confesión tardía.

La versión de los hechos de la asesina confiesa, relata que sugirió al menor que la acompañara al cortijo a pintar, de modo que luego llevaría al menor de nuevo a Las Hortichuelas para que pudiera ir a jugar a casa de sus primos. El menor aceptó la oferta y se subió al coche.

Una vez en el cortijo, la defensa apunta a que Gabriel cogió un hacha para jugar, por lo que la acusada le pidió que lo soltara pues era peligroso y podía hacerse daño. A partir de aquí, la defensa incide en que el niño comenzó a decirle a Ana Julia que se callase, que siempre le estaba diciendo lo que tenía que hacer, que quería que su padre estuviera con su madre y no con ella, que era una negra fea, y negándose a darle el hacha.

Esta versión de los hechos sostiene que Ana Julia "intentaba quitarle el hacha, llegando a taparle la boca para que no profiriera más insultos, apretándola con la intención de que se callara" de modo que "tras breves momentos, ya no respiraba".

Tras esto, Ana Julia quedó "presa del pánico" al comprobar que había asesinado al menor, por lo que se quedó "bloqueada y sin saber que hacer". Viendo la situación, optó por sacar el cuerpo de la vivienda e intentar esconderlo junto a un aljibe para ocultar el resultado. Sin embargo, esta representación de los hechos no hace ninguna referencia a los hematomas que presentaba el cuerpo de Gabriel y que fueron destacados por el informe forense.

Según la defensa, la asesina confiesa fue "incapaz de afrontar lo acontecido" y "sin saber cómo explicarlo a su pareja, ante la desmedida repercusión mediática, continuó ocultando lo acontecido hasta su detención". En este relato, tampoco se hace referencia al supuesto hallazgo por parte de Quezada de la camiseta que portaba Gabriel en el momento del asesinato, lo que a juicio de las acusaciones supuso una acción encaminada a involucrar al padre del niño.

La Fiscalía, además del delito de asesinato, imputa a Ana Julia de dos delitos de daños psíquicos a los padres del niño, por lo que serían diez años por esto, y otros diez por el delito de homicidio por imprudencia grave o, de manera subsidiaria. A esto se le suma una indemnización de 300.000 euros para cada uno de los padres en concepto de reparación por el daño moral causado y por el mismo delito la cantidad de 160.000 euros a la abuela paterna.

También incluye el pago a los progenitores Patricia Ramírez y Ángel Cruz en la cantidad de 170.000 euros, 85.000 euros por cada uno de ellos, en concepto de lesiones psíquicas y secuelas y por los gastos médicos-farmacéuticos acreditados. Y por último, un pago de 200.203 euros por los gastos generados en el despliegue del operativo de búsqueda del menor durante once días.

La defensa de Ana Julia pide sólo tres años de cárcel por el asesinato de Gabriel