jueves. 28.03.2024

“Jaime Bachiller era algo importantísimo en las casas de muchos jerezanos”

La Real Academia de San Dionisio rindió un merecido homenaje póstumo a tan ejemplar académico

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras, que preside en calidad de presidente titular Joaquín Ortiz Tardío, celebró este pasado martes 19 una muy entrañable sesión necrológica in memoriam Jaime Bachiller Martínez, quien fuese ejemplarísimo Académico de ésta de San Dionisio, además de miembro de varias de sus Juntas de Gobierno. De hecho, en el momento de su fallecimiento, acababa de finalizar su legislatura como vicepresidente de Ciencias.

Natural de Mazuecos (Guadalajara), tras sus estudios de Medicina, cursados en la Universidad Complutense de Madrid y culminados con la calificación de Sobresaliente, obtenida -con el número 2 de su promoción- por oposición, el doctor Bachiller se afincaría en Jerez donde desarrolló una extensa y prestigiosa actividad como pediatra tanto en la Seguridad Social como en su consulta privada, convirtiéndose en el especialista por cuyas manos pasaría buena parte de los niños jerezanos nacidos durante los muchos años que ejerció la actividad, tras especializarse como Médico Puericultor en 1963 y Especialista en Puericultura y Pediatría un año más tarde.

Entre 1958 y 1966 ejercería como pediatra interino en la Seguridad Social y en este último año consolidaría, por oposición, dicha plaza en la citada Seguridad Social, en la que mantuvo su consulta durante veinticinco años, causando baja al verse afectado por la aplicación de la ley de incompatibilidad -al mantenerse todavía activo en el Cuerpo de Sanidad del Ejercito del Aire hasta 1995, año en el que se jubilaría con el grado de Coronel y estando en posesión de la Cruz, Placa y Encomienda de la Orden Militar de San Hermenegildo, así como de la Medalla al Mérito Aeronáutico de primera clase (con distintivo blanco)-.

Intervinieron en dicho homenaje póstumo el Académico de Número y Secretario General de Honor Andrés Luis Cañadas Machado, el Académico de Número y Relaciones Públicas de la Junta de Gobierno de la Academia Francisco Garrido Arcas y Jaime Bachiller Burgos -hijo del finado-. Además del presidente de Honor Francisco Fernández García-Figueras.

Destacamos algunas de las aseveraciones vertidas:

“Fue un notable defensor del vino de Jerez”.

“Le definían los versos de Machado: Fatigas pero no tantas/ que a fuerza de muchos golpes/ hasta el hierro se quebranta”.

“Como académico destacaba por su entusiasmo en todo cuanto emprendía”.

“La venida a Jerez fue una suerte para él y un auténtico regalo para la ciudad”.

“Aportó a Jerez su profesión médica, atendió a más de 18.000 pacientes”.

“Avisó anticipadamente del preocupante asunto del acoso escolar”.

“Escribió y habló de la triste política abortiva impuesta por no pocos políticos”.

“Quizá sean pocos conocidas su devoción a la Virgen del Rocío y su afición a los toros”.

“El Rocío es la Virgen y nada más que la Virgen, decía. Es un cúmulo de fe, de amistades, de alegría, de vivencias e incluso de nostalgias”.

“Pasear con Jaime Bachiller por Jerez era hacer interminable un corto camino, de tantísimas personas como lo paraban”.

“Fue un buen hombre y gran padre de familia y siempre un extraordinario abuelo”.

“Siempre lo tendremos en la memoria”.

“La Academia le echará siempre en falta”.

“Don Jaime era algo importantísimo en las casas de muchos jerezanos”.

“Inquietud e implicación regalo a la Academia desde el mismo día de su ingreso”.

“No hacía otra cosa que estudiar y trabajar”.

“Era un sí continuo”.

“Se preparó en la Fe y se marchó muy tranquilo, con una sensación muy clara del deber cumplido”.

“El hacía el bien con los niños. Se esmeraba por ellos sin escatimar esfuerzos”.

“Decía que con constancia se llega a todos los sitios. ‘El cuento de los tres cerditos’ y ‘El patito feo’. Encontró su lago donde fue feliz, junto a vosotros, en la Academia. Su lago de los cisnes”.

“Siendo de Guadalajara se hizo muy andaluz”.

“La Academia y Jaime Bachiller fue una simbiosis perfecta”.

“Supo que la primera obligación del médico es la ciencia y el primer compromiso la conciencia”.

“Un ser humano de incomparable grandeza”.

“Permanecerá siempre vivo entre nosotros”.

“Su mejor herramienta fue la silla, para que el enfermo hablase y el médico escuchase”.

Cerró el acto el presidente de la corporación académica Joaquín Ortiz Tardío.

“Jaime Bachiller era algo importantísimo en las casas de muchos jerezanos”