martes. 16.04.2024

Christian Gálvez se arrepiente de su paso por ‘Caiga quien caiga’

'Mi casa es la tuya' ofreció este viernes 21 un programa de perfil bajo

‘Mi casa es la tuya’ se cubrió este pasado viernes 21 del más soporífero aburrimiento. No tuvo su mejor noche el programa. Y no por culpa de Bertín. Quien hizo lo que pudo hasta comprobar que quizá la visita de Christian Gálvez y Almudena Cid hubiese precisado de otro enfoque. El popular presentador de ‘Pasapalabra’ fue desgranando una infancia y adolescencia donde tampoco nada era reseñable de cara a la galería.

Sí, se trataba de su biografía y, por ende, susceptible de confesión. Pero tampoco Gálvez aportó ninguna interesante reflexión sobre la marcha. Todo muy light. Muy plano. Sin cúspides de anecdotarios. Sin grandes acontecimientos cotidianos. Sin historias para mondarse de risa. Ni tampoco para encoger el corazón del televidente.

Habló de su frustrada vocación de actor. Y de su pasajera aspiración a convertirse en paleontólogo. De cómo disfrutó en la adolescencia de unos padres transigentes. Y permisivos. De cuánto se arrepiente de su paso por el programa ‘Caiga quien caiga'. Del casual casting para ‘Pasapalabra’ y… pare usted de contar. Bertín escuchaba atento pero con expresión tampoco muy pletórica.

De su trabajo en ‘Caiga quien caiga’ se arrepiente hasta extremos inimaginables. “Una cosa es el chiste o la broma, que la puedes encajar mejor o peor. Pero otra cosa es la falta de respeto. Si mi futuro en televisión pasaba por aquello, no quería continuar. Lo pasé mal pero me enseñó muchas cosas: a perseverar y hablar rápido, por ejemplo", añadió Gálvez.

El programa, no obstante, comenzó a insuflarse de una cierta modorra general. La llegada y consecuente entrevista a Almudena Cid aportó al menos una mejor vivacidad al ritmo de la segunda conversación. La trayectoria deportiva de Almudena merece parámetros de alta definición. Fue narrando la cara oculta del éxito: los esfuerzos físicos titánicos que exige la gimnasia. La gimnasia rítmica. Aún más en el caso de Almudena: quien sufrió lesiones a destiempo.

En definitiva ‘Mi casa es la tuya’ quedó a media voz. Políticamente correcta. Un tanto embadurnada de sosería. Sin chicha ni limoná. Sin flujo en la conversación. Sí, con fotogenia de los tres guapos que copaban los primeros planos pero con un tono dialéctico de perfil bajo. Incluso hasta Almudena Cid le solicitó a Bertín una ranchera a capela y el cantante entonó sin fuerza ni brío. No fue una emisión de ensueño precisamente. Aunque no pocos telespectadores se quedaran dormidos ante la pequeña pantalla.

Christian Gálvez se arrepiente de su paso por ‘Caiga quien caiga’