jueves. 25.04.2024

¿Goleadas de escándalo?

Por qué ganar 30 a 0 no beneficia a nadie

¿Goleadas de escándalo?

Por qué ganar 30 a 0 no beneficia a nadie

 Por Néstor Cenizo   www.saludmasdeporte.com 

Los resultados muy adversos a edades tempranas pueden generar frustración y un sentimiento de rechazo al deporte. "A los niños les afectan muchísimo las goleadas. En esas edades es cuando más se da el abandono por la presión, también de los padres", alerta una psicóloga deportiva. Lo abordamos en este artículo.

A finales de diciembre se produjo una nueva goleada escandalosa en el fútbol infantil: niños de 11 y 12 años ganaron a otros de la misma edad por 47 a 0. En sesenta minutos los alevines del Las Palmas B golearon sin piedad a los de Las Coloradas, que había encajado 147 goles hasta ese partido. La situación se repite con frecuencia, especialmente en el fútbol: equipos de niños muy superiores a algún rival, que encaja una derrota durísima. Esto puede generar frustración y rechazo hacia el deporte, tal y como alertan los psicólogos deportivos.

“Lo que más me dolió fue ver la cara de los niños. Algunos no querían seguir jugando”, declaró después del partido el entrenador de Las Coloradas. Las diferencias físicas y técnicas a esas edades pueden ser muy grandes. Además, están plena maduración emocional y pueden ser más sensibles. “A los niños les afectan muchísimo las goleadas. Se les influencia mucho con ganar, ganar, ganar. Con que les metan unos cuantos ya se les ve amargados. En esas edades es cuando más se da el abandono por la presión, también de los padres”, explica Palma Gallego, psicóloga deportiva, esta temporada en el juvenil del Algeciras CF. Resultados como un 47 a 0 pueden provocar que el niño vea el deporte como un terreno propicio para su humillación.

Las medidas de las federaciones

¿Qué valor tiene, para cualquiera de los dos equipos, una disputa en el que uno de los rivales es tan superior sobre el rival? Probablemente ninguno, pero sólo algunas federaciones autonómicas han tomado medidas para solucionar el dilema.

Asturias, Andalucía y la Comunidad Valenciana no registran en acta diferencias superiores a diez goles. Algo parecido aprobaron en Cataluña, que sin embargo acabó retirando los límites a petición de los clubes. Galicia estudió el asunto después de un escandaloso 25 a 0, y desde hace unos meses la Federación no publica los nombres de los goleadores hasta los 12 años, para evitar los piques por acumular goles contra rivales muy débiles.

En otros deportes sí hay reglas que limitan los marcadores abultados. En baloncesto por debajo de cadetes, muchas federaciones autonómicas cierran el acta cuando la diferencia supera los cincuenta puntos; en balonmano ocurre algo parecido; otros deportes (tenis, voleibol) tienen sistemas de puntuación cerrada.

En Estados Unidos existen las mercy rules en muchas competiciones infantiles y universitarias: cuando uno de los rivales obtiene una ventaja inalcanzable se termina el partido. Ocurre con frecuencia en el béisbol, el fútbol americano y el fútbol.

Sin embargo, la mayoría de las federaciones de fútbol en España no han adoptado medida alguna y dejan que los clubes u otras instancias se autorregulen. Equipos como el Barcelona, el Athletic de Bilbao o la Real Sociedad no publicitan resultados con diferencias superiores a los diez goles.

En 2014 el Colegio de Entrenadores de Andalucía amonestó, a petición de la Federación, al entrenador del Aznalcázar Atlético, que se había impuesto al Palomares Junior por 53 a 0.

El Palomares Junior se retiró de la competición después del partido y Julián Niza, director de Escuela de Fútbol de la Real Federación Andaluza, afirmó que el resultado era “antideportivo y dañino” para la formación de los jugadores de once años. El entrenador del CD Serranos, un club valenciano, fue destituido en junio por ganar 25 a 0 al Benicalap C.

Cómo orientar los entrenamientos para educar en valores

En la escuela de entrenadores se abordan temas de psicopedagía y cómo orientar los entrenamientospara educar en valores, como el de no humillar al rival. Sin embargo, “cuando llega el partido la competitividad del entrenador está ahí”, explica Palma Gallego, desde la óptica de la psicología deportiva.

Cuando en el descanso de un partido jugado hace dos años el entrenador del Calasanz le pidió al del Racing que aflojaran, puesto que ya vencían 15 a 0, este último le contestó que respetar al rival era jugar al cien por cien. El Racing acabó ganando 34 a 1, pidió disculpas a posteriori y reclamó medidas a la Federación. El entrenador del Las Palmas, que goleó a Las Coloradas, pidió a la Federación un sistema de competición que evite que su equipo se enfrente a otros tan inferiores.

La clave la tienen los entrenadores

Rosana Llanes es psicóloga deportiva y durante muchos años ha trabajado una de las canteras más exitosa del fútbol español, la de El Mareo del Sporting de Gijón. Ella también cree que la clave la tienen los entrenadores. Son ellos los que deben cambiar la mentalidad del niño, enseñar a ver a largo plazo, mostrar la progresión y explicar cuándo pueden esperar resultados.

Perder desmotiva porque el objetivo está mal planteado: “Se pone el énfasis en ganar, y debería estar en el rendimiento. Que el niño sea consciente de que va mejorando. Si el equipo pierde 30 a 0 siempre, eso es que su rendimiento no es bueno, y entonces hay que explicar por qué”. El objetivo para el niño debe ser mejorar. “Y si ve que mejora tendrá la expectativa de que llegará un momento en que gane, y convertirá la derrota en un reto y no una frustración”.

Ejemplos de buenas prácticas

También hay ejemplos de buenas prácticas: hace poco el entrenador de los benjamines del San Pablo Pino Montano de Sevilla dio una charla a sus jugadores pidiéndoles que no humillaran al Aznalcóllar, último clasificado de su grupo, con 146 goles en contra. Les pidió que se pusieran en la piel de sus rivales: “A nadie le gusta que le goleen así qué vamos a respetar”.

Algunos equipos infantiles y juveniles han incorporado al equipo técnico la figura del psicólogo, pero la influencia de padres y entrenadores en el desarrollo de los rasgos la personalidad limita su campo de acción. Por eso es tan importante cómo ellos afronten la derrota. “Yo le puedo decir que lo que tiene que hacer es divertirse, aprender y los valores del deporte, pero si se lo digo cuando le acaban de meter 30 no me hace caso”, explica Gallego. “Pero si lo escucha en casa y sus padres muestran que no dan importancia al marcador, se le paliará”.

La competencia y el juego en el deporte infantil

Al final se trata de conjugar dos rasgos del deporte que pueden entrar en conflicto: la competencia y el juego. “La competición está ahí cuando hablamos de deporte. Pero no tenemos que olvidar que la esencia del deporte infantil es que aprendan, estén con otros niños, aprendan valores, y a la hora de la verdad se falla muchísimo”, comenta Palma Gallego.

“Llegan a casa y lo primero que les preguntan es cómo quedaron”, explica Rosana Llanes, que añade: “Nosotros lo educamos en eso, cuando lo importante es el rendimiento”. Ella cree que perder es muy bueno para los niños, porque en la vida sufrirán derrotas y decepciones que deberán superar. De cómo se gestione el fracaso dependerán en gran medida éxitos futuros.

Un buen ejemplo lo dio hace unas semanas el infantil del CD Siglo XXI Oscense. Perdió 12-0 con el IPC La Escuela, y en su Facebook colgó una crónica donde hizo hincapié en los argumentos por los que el equipo podía salir “con la cabeza si no alta, al menos despejada e ilusionada“: “Se había preparado el balón parado, el equipo remató al larguero uno de los dos saques de esquina de que dispuso, y se atrevió a ejecutar la jugada ensayada de falta, y además salió y rematamos, mal y fuera pero rematamos… Y lo más importante, el aspecto anímico. El equipo se había comprometido a estar juntos en el resultado, a animarse, apoyarse y comportarse como un equipo humilde consciente de que le queda mucho que trabajar”.

Sebastián Herrera, entrenador de fútbol especializado en cantera, recuerda que, con un buen enfoque, “el balón es el instrumento más maravilloso que existe para enseñar”.

¿Goleadas de escándalo?