sábado. 20.04.2024

Un gaditano, finalista a mejor panadero nacional

Daniel Ramos, natural de Chiclana, se ha convertido en uno de los 6 finalistas a mejor panadero en Madrid Fusión

Como afirman desde Carrasco, comer jamón no solo trata del gusto, es toda una experiencia sensorial. Este es precisamente el principal motivo que mueve el Desafío Pan Ibérico Carrasco: encontrar el pan perfecto que ayude a potenciar los múltiples matices del jamón; un pan que haga resaltar todas sus virtudes y no sea un mero acompañante, sino el maridaje perfecto.

Para ello, se ha retado a seis panaderos destacados de nuestro país para que presenten una receta original de pan que logre todo lo anterior. Receta que tendrán que defender ante un jurado en Reale Seguros Madrid Fusión el próximo 29 de enero.

El gaditano Daniel Ramos lleva siete años elaborando pan artesanal, pero son ya 23 desde que comenzó como pastelero al frente de La Cremita. Los viajes despertaron su curiosidad y pasión por el pan, y gracias a ellos pudo trasladar sus conocimientos a su lugar de origen. Fue entonces cuando conoció aspectos clave para la elaboración de un buen pan como son la masa madre, el cultivo natural y la importancia de la temperatura.

La calidad, respeto y cuidado por el producto y la materia prima son las máximas del gaditano para este desafío, donde propone una receta que juega con la textura y que tiene mucho que ver con la autenticidad de sus orígenes.

Si hay un aspecto que diferencie a los jamones Carrasco es su ligero toque ‘dulzón’ con notas tostadas y el bajo punto de sal, lo que convierte a cada loncha en un bocado de sabor envolvente que no satura ni golpea, y cuya textura permite que se deshaga lentamente en el paladar. Cualidades, todas ellas, que dan sentido a su premisa “el que elige Carrasco es porque sabe de jamón”.

Un producto excelente que se logra gracias a factores clave como son su propia raza de cerdo ibérico, raza Carrasco, criado en libertad en la dehesa extremeña y alimentado con bellotas. Así como el cuidado proceso de curación en los secaderos de Guijuelo (Salamanca), donde recibe vientos fríos y secos en invierno y calurosos en verano procedentes de la Sierra de Gredos y Béjar.

Este desafío será una maravillosa ocasión, nunca antes acontecida en Madrid Fusión, para poder presenciar el enfrentamiento entre el mejor pan y el mejor jamón, y así lograr dar con el maridaje perfecto.

Un gaditano, finalista a mejor panadero nacional