Detenido un violador en serie de niños de Instagram
El sospechoso, un abogado de 30 años, se valía de la usurpación de la identidad
Un peligrosísimo delincuente sexual. En efecto, la Guardia Civil ha detenido en Madrid a un peligrosísimo delincuente sexual que ha agredido cuanto menos a cuatro adolescentes intentando al mismo tiempo corromper a un número de 30 menores. Hablamos de un abogado de 30 años quien, tras ser denunciado por la primera víctima, quedó en libertad con cargos.
Sin embargo, las posteriores investigaciones permitieron contrastar, siempre a ojos del Instituto Armado, que se trataba de un sujeto muchísimo más activo y con un historial a todas luces más largo. Afortunadamente ya está en prisión. La operación Kamikaze sigue adelante, habida cuenta además de su profesión formal, este sospechoso utilizaba su condición de monitor -de tiempo libre- como entrenador de fútbol.
Un equipo de fútbol modesto para tener contacto habitual con chavales. Se sospecha que desde 2012. De modo que venía actuando desde bastante tiempo atrás. A mediados del pasado mes de octubre llegaron las primeras noticias a la Policía Judicial de la Comandancia. Y es que un menor acudía al cuartel para denunciar lo ocurrido.
Fue a través de su cuenta de Instagram. Una atractiva joven de unos veinte años se había puesto en contacto con él: para ser más precisos: le ofrecía mantener relaciones sexuales. El chaval, así como el resto de las víctimas, tiene 16 años y, por ende, no existe edad para el consentimiento carnal. Por lo que se considera agresión sexual.
Ahora bien: la supuesta chica le puso una condición bastante llamativa: antes de acostarse con ella debía hacerlo con un amigo suyo y grabarse en vídeo. Naturalmente esa mujer no existía de ninguna de las maneras. Este modelo de usurpación de identidad es el “grooming”. Fue arrestado aunque se le dejó en libertad con cargos.
Con todo y con eso, el Equipo de Mujer y Menor continuó con sus pesquisas. Así las cosas, a principios de este mes obtuvo la orden de entrada y registro en el domicilio de este sujeto depravado. ¿El resultado? Acumulaba multitud de conversaciones con menores por redes sociales, intercambios de archivos pornográficos, 83.500 fotos y 1.345 vídeos sexuales con menores.
Así, de este modo, se dio con las otras tres víctimas consumadas -se buscan a más-. Al sospechoso se le acusa de 40 delitos contra la libertad sexual, abusos y corrupción de menores. La Guardia Civil insiste de nuevo en el deber de los padres de, por todos los medios, controlar el uso de las redes sociales. Una vigilancia de vital importancia.
