viernes. 29.03.2024

Galloso expone su vida en La Maestranza

En el Salón de Carteles el torero portuense hace un recorrido por su vida profesional

En el Salón de Carteles de la Maestranza de Sevilla ha tenido lugar una charla interesantísima dentro del ciclo “Aula Taurina” correspondiente a 2016. El director Miguel Serrano abrió el acto, dando la bienvenida al público y el micrófono al doctor Crivell.

Carlos Crivell, cronista de “El Mundo” y habitual colaborador del Aula Taurina, hizo la presentación. Después de iniciar con una petición de aplauso para el torero portuense, justificó como novedad su formato de coloquio, que se interrumpiría a la mitad para proyectar un vídeo con imágenes de algunas actuaciones del protagonista, sacadas de antiguas trasmisiones de TVE, e hizo una breve referencia a la biografía de Galloso, iniciada en 1953, año de nacimiento, y encaminada desde la infancia de la mano de dos nombres, Antonio González y Rafael Ortega.2

José Luis Galloso empezó su exposición refiriéndose a su padre, aficionado, que lo llevaba a los toros desde los seis años, lo que le permitió ver a todas las figuras que pasaban por El Puerto. Pronto empezó a jugar al toro en las calles hasta que se hizo habitual en el Bar Los Gallos, donde los clientes le pagaban una peseta a él y otra al chaval que hacía de toro. Antonio Morales, novillero, fue quien lo llevó a Bolaños para hacer lo mismo pero delante de una becerra, con ocasión de un tentadero a cargo del maestro de La Isla y dirigido por don José Luis Osborne.

Así empezó todo; tras varios tentaderos más, en 1969 le organizaron una novillada sin caballos en Puerto Real y traje de alquiler a mil pesetas, debut donde cortó los máximos trofeos. A la segunda novillada, en El Bosque y a gastos pagados, fueron catorce o quince autobuses de aficionadosportuenses. Tras una tercera, en Rota, Canorea se interesó y Jaime Osborne empezó a ejercer de apoderado; llegó el momento de presentarse en El Puerto a plaza llena y cobrando trescientas mil pesetas para cortar cuatro orejas y un rabo. Dos actuaciones más y era el momento de Sevilla: una de Germán Gervás; ochenta autobuses detrás; lleno de plaza; tres orejas y Puerta del Príncipe decían que la carrera estaba encarrilada.3

Al poco después vino el debut con caballos en Barcelona, una actuación en Arles y otra en Jerez de la Frontera, donde tuvo una de sus mejores actuaciones como novillero. Al poco empezó su emparejamiento con otro novillero destacado, Manzanares, para una gran número de mano a mano, antes de la presentación en Madrid, donde salió por la Puerta Grande dos veces consecutivas.

Desde chaval, Galloso reconoce como su espejo a Rafael Ortega, sin olvidar a Antonio Ordóñez y a Paco Camino. Con ese bagaje tomó la alternativa en su ciudad 18 de julio de 1971, de manos de Bienvenida y ante Palomo Linares con toros de Carlos Núñez, y se embaló en una carrera hasta la confirmación en Las Ventas con salida a hombros, carrera que luego sufrió un parón por el servicio militar. Luego retornó un Domingo de Resurrección en Sevilla, plaza en la que tuvo muchas actuaciones, con todo tipo de hierros. Cree que las figuras deben enfrentarse a todo tipo de encaste, aunque él nunca se acopló con el de santacoloma.????????????????????????????????????

En el capote, él distingue entre lancear y torear a la verónica, como le enseñó Miguel del Pino, siempre buscando el temple. A veces toreaba con medio capote y siempre andando hacia adelante. Sobre la gallosina, confesó que se fijó en un quite de Pepe Cáceres y al imitarlo en salón le salió éste; lo perfeccionó y decidió presentarlo en Sevilla. Lamenta que hoy se le esté quitando al capote la importancia que tiene, cuando resulta que es en él donde el toro aprende a embestir. Sobre la muleta, Galloso reconoce que le gustaba más torear con la izquierda que con la derecha, sin olvidar los detalles variados, incluyendo el pase de las flores. Sobre la estocada, recuerda que mataba muchas veces recibiendo, pero con una forma personal de ejecutar; recuerda que en ocasiones importantes ha perdido la segunda oreja, o el rabo, por insistir en matar recibiendo a un toro tardo.

De sus faenas más recordadas destacó la de la alternativa, más otras muchas en Sanlúcar, aparte de otras en Sevilla, Madrid, Bilbao o Zaragoza. Luego el moderador le exigió que enjuiciara a una serie de compañeros del toreo con los que él compartió cartel; ahí destacó especialmente a Dámaso González, que, aunque sin estética personal, llevaba valientemente los toros largos y templados. En segundo lugar de sus recuerdos puso a Paco Ojeda, por su estética y sus distancias cortas. De Paquirri destacó su amor propio y, de entre los estilistas, dice que vio a Manzanares torear como nadie y además caminar con torería en la calle.5

Sobre las enseñanzas a los alumnos de las escuelas taurinas, aprovechando que dirige la Escuela “La Gallosina”, dice que los que empiezan deben tener mucha afición, espíritu de lucha, capacidad de sacrificio y perseverancia. Ello es necesario para una profesión que es la más dura a la vez que la más bonita. Obligado por Crivell, Galloso se atrevió a definirse a sí mismo como un torero honrado que ha aportado cosas al toreo: ha intentado torear con el capote bien; con la muleta ha hecho faenas importantes, renovó la estocada recibiendo y sobre todo ha sido un torero con poder, sabiendo adaptarse a cada tipo de toro. Además de los numerosos trofeos obtenidos, entre ellos dos Escapularios de Oro, y de las cifras record en la Plaza Real, también es de recordar su experiencia en el cine con la película “Un torero para la historia” así como la existencia de su museo en la Peña de su nombre en El Puerto.

En el coloquio con el público, donde se encontraban diversos profesionales, José Luis amplió comentarios sobre su faceta de gerente de ganadería, en concreto de la Osborne que tan bien conoce, y la de apoderado, después de haber acompañado a toreros como Octavio Chacón, Dávila Miura, José Luis Miura o Salvador Barberán. En cuanto su vuelta a la arena por sus cuarenta años de alternativa, especificó que fue solo un gesto romántico.

En fin, fue un encuentro placentero del torero portuense con el público en el recinto de La Maestranza donde tantas veces toreó dejando un eco para la historia del toreo. Este encuentro también dejará eco. El primer sonido está en el audio que adjuntamos.

Galloso expone su vida en La Maestranza