viernes. 19.04.2024

Distopía y algo más

"El mundo al que Chernov nos remite, se sitúa doscientos años después de una catástrofe climática que ha devastado la vida tal como la conocemos"

Distopía y algo más

"El mundo al que Chernov nos remite, se sitúa doscientos años después de una catástrofe climática que ha devastado la vida tal como la conocemos"

Para hablar de esta novela no voy a mentir diciendo que soy un admirador de la distopía. Al contrario, la mayoría de las veces no me interesa en absoluto. Siento más atracción por los mundos, podría decir, atípicos, como el caso de La piel fría de Alberto Sánchez Piñol, o El año del desierto de Pedro Mairal, o La mujer de la arena de Kobo Abe, tres novelas de obligada lectura.

Carlos Chernov

Pero, aunque tardé en entrar en El sistema de las estrellas, la reciente novela de Carlos Chernov (Buenos Aires, 1953), empecé a encontrar pronto cosas que me interesaban. Cosas, como es de suponer por lo que he dicho antes, que tienen más que ver con su estilo narrativo que con el universo distópico en donde ubica su historia.

El mundo al que Chernov nos remite, se sitúa doscientos años después de una catástrofe climática que ha devastado la vida tal como la conocemos y diezmado considerablemente la población. Pero el ser humano no cambia. Siguen mandado los poderosos, el dinero, la vileza y la inmisericordia para con el prójimo. Las diferencias se han acrecentado y los ricos buscan nuevas formas de diversión a costa de los más desfavorecidos.

A todo esto nace Goma en el seno de una familia proletaria, que es el escalón más bajo del nuevo orden establecido según la regla de la diferencia absoluta. Goma logrará llegar a lo más alto, que en su caso es ser actor de las llamadas ‘películas de vida’. Los ricos se liberan de sus cuerpos para conectar sus cerberos a estas películas, y vivir de otro modo las experiencias, sobre todo violentas y sexuales.

Pero, como digo, es la prosa de Chernov lo que a mí me ha atrapado, en la que ha experimentado tomando un camino de audacia narrativa para descubrirnos ese complejo mundo que ha decidido crear, deshaciéndose de artefactos y relatándonos de manera efectiva el comportamiento en esta revisión que hace de la sociedad.

El sólido y atractivo entramado narrativo que el autor propone, parte de un inicio deslumbrante, casi un acto iniciático en donde el padre de Goma (acompañado de éste) va a comprar un cuchillo como si eso pudiera reforzar sus convicciones morales.

Mención aparte merece la edición de la editorial argentina Interzona. Es de una belleza abrumadora, de preciosas esquinas redondeadas, cuidada hasta el más mínimo detalle y que sorprendentemente es comodísima de leer para ser tapa dura. Uno de esos libros que te llenan de gozo cuando después de leídos los ves en las estanterías de tu biblioteca.

Un libro éste, en fin, que gustará a los amantes de la imaginación y la distopía, y que no defraudará a quien busque otra cosa, marcas de un escritor con criterio que ha sabido sustentar en una prosa cuidada y vigorosa el armazón de una interesante novela.

Distopía y algo más