Debido a la pandemia del Covid-19, el sector de la aviación y el turismo se ha visto frenado considerablemente. Sin embargo, esto ha servido para que la ingeniería aeronáutica siga trabajando en nuevos modelos de aviones de cara al futuro; con un combustible diferencial.
En este sentido, a principios del mes de febrero, la compañía KLM ha confirmado que ha realizado su primer vuelo utilizando 100% combustible sostenible. Este hecho podría suponer un gran avance en cuanto a la misión ecológica que se han marcado las autoridades en horizonte de 30 años.
El avión Boeing 737-800 realizó la travesía Ámsterdam-Madrid con un combustible compuesto por queroseno sintético. 500 litros de combustible sostenible en el tanque para completar el viaje.
Este innovador combustible, fabricado por la compañía Shell, está compuesto por CO2, agua y energía renovable. Este primer vuelo de KLM podría significar un punto de partida hacia un sector de la aviación más ecológico que nunca.
Cómo deslizábamos anteriormente, las autoridades mundiales se han marcado un horizonte de 30 años para implantar nuevas medidas e innovaciones encaminadas a constituir un mundo más ecológico y con mayor consideración sobre el medioambiente.
Así, siguiendo esta línea ecológica, KLM ha confirmado que incentivará el desarrollo de este combustible con el objetivo de administrarlo a otras compañías. Estiman que el totalidad de compañías podrían usar este combustible sostenible en 2050.
Pieter Elbers, CEO de KLM, se muestra esperanzado tras el primer vuelo efectuado con queroseno sintético. "Demuestra que es posible en la práctica y debemos seguir avanzando", señala.
Combustible fabricado en Ámsterdam
El combustible sostenible del vuelo Ámsterdam-Madrid fue fabricado en un centro de investigación de Ámsterdam (Países Bajos). Para ello, los investigadores utilizaron energía sostenible del sol y del viento.
Así, tras el éxito de este primer vuelo, KLM ha afirmado que se construirá una fábrica junto a otras empresas del sector destinada a la producción de este combustible de queroseno sintético; que está llamado a marcar el futuro de la aviación en todo el mundo.
Por otra parte, también se asentará una fábrica en Rotterdam. En ella se producirá queroseno sintético basado en la fórmula de CO2 capturado del propio aire de la mencionada ciudad. Así, estos proyectos se integran dentro de una estrategia trazada por el Gobierno de los Países Bajos para limitar las emisiones contaminantes procedentes de los aviones.
Ante ello, otros países pertenecientes a la Unión Europea; como España, Alemania o Francia, han mostrado su interés por el proyecto y han tendido la mano a trabajar de forma conjunta en la misma dirección.
El futuro de la aviación pasa por el biocombustible
Lo que parece claro es que el futuro de la aviación pasa por encontrar nuevos combustibles que reduzcan la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Esto es algo en lo que también trabajan desde Estados Unidos.
En este sentido la compañía Boeing ha avanzado que trabaja en la fabricación de aviones que sean capaces de volar solo con biocombustibles. Según las estimaciones de este fabricante estadounidense, los primeros aviones con estas características podrían llegar a principios de 2030.
Si bien, todo esto conlleva un laborioso proceso, ya que el biocombustible debe proporcionar una seguridad del 100% para aviones que transporten pasajeros de un lugar a otro del mundo.
En la actualidad, los aviones pueden volar con un máximo de 50% de biocombustible, según recoge la reglamentación oficial para este tipo de casos. Así, desde Boeing pretenden fabricar un biocombustible basado en aceite vegetal usado, caña de azúcar, grasa animal y otros desechos.