jueves. 28.03.2024

Cristina Rubio hace historia en el tenis de mesa nacional

La jugadora del CTM Belcon Jerez se convierte en la primera mujer en conseguir un oro después de una sequía de más 20 años en un torneo internacional

La jugadora del CTM Belcon Jerez ha hecho historia en el tenis de mesa nacional siendo la primera mujer en conseguir un oro después de una sequía de más 20 años en un torneo internacional, concretamente en el Spanish Open Table Tennis F40 celebrado en Almería recientemente.

Este tipo de éxitos no llega porque sí, sino que detrás de ellos hay una historia cargada de sacrificios, esfuerzo, trabajo y dedicación que da como resultado este tipo de hitos. Cristina nació en Leganés el 5 de octubre de 1989, con una cardiopatía congénita de la que fue operada con tan sólo un añito y tres meses. Debido a una negligencia médica en esa operación, le produjeron una lesión medular que le ha hecho convivir de por vida con su silla de ruedas. Desde muy pequeña siempre le ha gustado la práctica deportiva, entre las que destaca el tenis de mesa, por ser un deporte muy integrador y probablemente una de las únicas prácticas deportivas que un discapacitado puede practicarla al mismo nivel y con el mismo rigor que cualquiera con otras capacidades.

Sus devaneos a nivel amater dieron como resultado que se federara por primera vez en 2016 con el Club de Tenis de Mesa de Chiclana, y prácticamente desde que empezó se enroló en la sección de discapacitados del CTM Belcon Jerez, con el que disputó ese mismo año su primer campeonato de Andalucía. A nivel deportivo su carrera ha sido meteórica, ya que en su siguiente campeonato de Andalucía quedó cuarta, y en el vigente, celebrado en septiembre en la localidad del Puerto de Santa María conseguía subir a lo más alto del pódium, alzándose como campeona de esta competición y en el último Campeonato de España Cristina se metió ya en las cuatro mejores de su categoría.

Tras estos resultados no tardaron los seleccionadores de la selección española en incorporarla a un grupo de jóvenes promesas paralímpicas, para su desarrollo y crecimiento, siendo la jugadora que menos tiempo lleva en ese grupo. Y no estaban equivocados los que apostaron por ella. En el último torneo internacional F40, que permite la posibilidad de puntuar de cara a las Paralimpiadas de Tokio celebrado en Almería, Cristina consiguió subirse a lo más alto del cajón en categoría de equipos femeninos clase 1 a la 4, formando tanden con la rusa Aleksandra Vasileva. Cristina afincada en Carmona desde hace unos años respondía así a varias preguntas:

¿Qué y cuales son las dificultades que encuentras cada día?

Una de mis mayores dificultades es el desplazamiento desde Carmona hasta Jerez para realizar mis entrenamientos. Dependo de una persona que me acerque a la estación, coger el tren hasta Jerez, y los días de lluvia alguien que me lleve de la estación hasta el pabellón de entreno. Y después de entrenar vuelta a lo mismo. Esto conlleva que por el tema logístico y económico que sólo pueda ir un día a la semana hasta Jerez, algo que ralentiza mis aprendizajes y mi evolución, aunque una vez allí soy una esponja e intento de aprovechar al máximo todo el tiempo que tengo. Otra de mis grandes dificultades es que la silla de ruedas con la que actualmente compito es la que llevo en mi día a día, y no es apta para jugar a este deporte. Necesitaría una más alta y mejor preparada para sacar el máximo partido posible a todo mi juego. En este sentido espero que algún patrocinador pueda ayudarme a conseguirla.

¿Qué significa para ti el tenis de mesa?

El tenis de mesa ahora mismo es parte de mi vida. Lo que empezó como un juego se ha convertido en una forma de vida. Es cierto que ahora mismo no le dedico el tiempo que se merece dado a lo deprisa que está avanzando mi carrera deportiva. Poco más de dos años jugando a nivel federado y uno dentro de la selección española; una auténtica locura. Pero a pesar de ello es algo que espero hacer durante mucho tiempo, no tengo prisas por aprender y me pondré metas, siempre con las ruedas en el suelo. Me ha dado una gran familia que es la que formamos en el CTM Belcon Jerez, y ya no sólo en manos de su presidente Sebastián Guerrero y de mi entrenador Javier Galán, que me aportan mucho tanto como persona y como jugadora, sino del resto de componentes del club, cosa que es de agradecer.

¿Qué te gustaría alcanzar?

Mis próximos objetivos son empezar a ganar puntos como jugadora internacional para entrar en el ranking mundial y porque no, llegar a las paralimpiadas; quizás Tokio 2020, esta demasiado cerca y quiero ir despacio en mis aprendizajes. Así que mi objetivo será llegar a París 2024. En definitiva mejorar día a día. Este año está siendo muy satisfactoria ya que me está tocando saborear el lado dulce de la competición en forma de victorias. Pero mi pensamiento es establecerme cada vez metas más difíciles de alcanzar. La próxima competición será en Valladolid, el estatal, en la cual intentare seguir con esta senda de buenas sensaciones.

Cristina Rubio hace historia en el tenis de mesa nacional