jueves. 25.04.2024

Detenidas dos niñas que querían acuchillar y beber la sangre de sus compañeros

Planeaban asesinar al menos a 15 estudiantes

Han sido detenidas a tiempo. En el límite del tiempo. De lo contrario estaríamos hablando de una desgracia en toda regla. En efecto dos niñas, de 11 y 12 años de edad, han sido apresadas en el centro escolar donde acudieron -cargadas de cuchillos- para asesinar al menos a 15 estudiantes y, una vez logrado su siniestro propósito, beberse su sangre. Ha sucedido en la localidad de Bartow, en Florida (EE.UU).

En una rueda de prensa, el jefe de la policía local ha detallado cómo una de las niñas confesó a un compañero que algo malo pasaría en el colegio esa misma semana. El chico avisó a uno de los profesores, quien instó de inmediato a que se reforzara la presencia policial en el centro educativo. También se puso en sobre aviso a los profesores. El policía señala que “nos dijeron que eran adoradoras de Satanás (…) Estaban dispuestas a beberse la sangre y quizás comer carne de los estudiantes asesinados”.

Las niñas de seguro estuvieron todo el fin de semana planeando sus acciones. ¿Cuándo se frustraron? Cuando la madre de una de ellas recibió la notificación de que su hija había faltado a clase. Se puso en contacto con la dirección de la escuela para que la buscaran por sus dependencias puesto que tampoco se encontraba en casa. La subdirectora del instituto las encontró encerradas y escondidas en el baño con una copa que con toda probabilidad habían utilizado para beber alcohol.

De inmediato fueron trasladadas al despacho del director. Allí entregaron toda una suerte de cuchillos, un afilador, además de un cortador de pizza. Admitieron el plan de matar a todos cuantos compañeros pudieran. ¿Por qué se encontraban en el baño? Porque estaban aguardando la oportunidad perfecta: contemplaron la idea de ir primero a por los más pequeños en tanto eran una presa mucho más fácil. El jefe de la policía subrayó que “no creo que esto fuera una broma. Las chicas se sentaron a pensar y conspirar para hacer daño a otros estudiantes”.

Siguiendo el protocolo pertinente, se registraron las casas de las chicas. En la habitación de la mayor se encontró un mapa de mano de la escuela, en el que estaba escrito: “Ve a matar al baño”. En sus teléfonos móviles se hallaron conversaciones en las que discutían si suicidarse después de dejar los cuerpos muertos de sus compañeros en la puerta del instituto. Una de las menores detenidas también escribió que “gracias a Satanás haremos esto en un rato”. Las niñas han sido acusadas de conspiración para cometer un asesinato y posesión de armas. Aún no se sabe si serán juzgadas como menores o como adultas.

Detenidas dos niñas que querían acuchillar y beber la sangre de sus compañeros