viernes. 29.03.2024
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos
Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos

A veces los cauces de la (exitosa y optimizada) promoción turística no dependen de estrategias de mercado. Ni de observatorios al uso. Ni de mesas técnicas. Ni de sesudos profesionales del marketing. A menudo el impacto turístico no precisa de su canal de distribución. Ni de sus centros de información ni de sus códigos de ética turística ni de su diseño de mapa cognitivo o diseño de mapa de percepciones. Ni de su distribución del espacio, su educación transcultural, su escala de desarrollo, su gestión de activos, su impacto transcultural, su modelo núcleo-periferia, su realidad social y su realidad virtual, su socialización o su sistema de subcontrataciones...

Ninguna de estas acciones son necesarias cuando la casualidad y la causalidad coinciden en el momento y en el espacio oportunos. Para lograr su efecto multiplicador -su lanzadera- hacia miles -millones- de oídos prestos. De lectores o de espectadores o de telespectadores. Tanto montan. La publicidad es una materia que a veces opera por (imprevisibles) fenómenos de convergencia. Basta y sobra con un golpe de efecto, con un match point, con un dardo en la palabra, con un altavoz mediático, con una mención de pasada ante medios de masas…

Y esto es cuanto sucedió en la emisión del programa de Bertín Osborne -tu casa y la suya o viceversa-. Una entrega que contó, por separado, con Inés Arrimadas y con Miquel Iceta -a escasas fechas de las elecciones catalanas del 21D-: candidatos respectivamente por Ciudadanos y por el Partido Socialista Catalán. En esta ocasión no hubo hogar de nadie, sino un amplio y frío piso franco del centro de Barcelona. Tampoco se profundizó demasiado en el aspecto más personal de sendos políticos sino más bien en su condición de tales. Ignoramos si por exigencia del guión o por petición de ambos -ya decimos- candidatos.

El caso es que Inés Arrimadas -que tuvo la nobleza de admitir su timidez y asimismo su afán perfeccionista (virtud donde las haya)- sacó  a colación su jerezanía de cuna. Con orgulloso convencimiento y sin aspavientos. Provocando así una troncal divulgación de la tierra jerezana sin haberlo inicialmente previsto. Ocurrió cuando, delantales ya atados en el presentador y la entrevistada, Bertín Osborne conectó, a través de una vídeollamada, con el marido de Inés Arrimadas: Xavier Cimas, ex diputado de Convergencia de Catalunya en el Parlament. Hablaron los tres mucho de lo humano -el amor latente en la pareja-, cómo se conocieron -quién  comenzó tirando los tejos a quién-, cómo afrontan y sobrellevan la dedicación política de Inés y -ojo al dato-, a instancias tanto de Arrimadas como de Osborne, de la Feria de Jerez. Cuya celebración exaltaron breve pero apasionadamente a tres bandas. De la mano de su mujer, Xavier Cimas conoció este año cuanto en la capital del vino se vive en su anual ciudad efímera allá por mayo. “En principio me costó  entrar -señaló Xavier-, pero una vez dentro… ya jamás quería salirme”. Bertín -madrileño/jerezano- asintió en todo momento.

No pudo recibir Jerez, como destino turístico, mejor impulso en ese santiamén.  Ni la mejor Feria del mundo más impacto mediático.  Desde Barcelona, con conocimiento de causa. Inés Arrimadas ha sucedido a José María  Pemán como excelente embajadora de la feria jerezana. El conocido e ilustre escritor y académico la inmortalizó con aquellos versos que aseguraban “a menos negocio, mayor fantasía/ así son las cosas de esta Andalucía:/ más sal que sustancia…/ ¡Feria de Jerez!”. Inés Arrimadas, tan moderna y efectiva como el pulmón del siglo XXI,  no ha necesitado rimar alta literatura. Sino, a tiro hecho, hacer legítimo uso de la máxima  audiencia nacional de un programa único de Telecinco.

La jerezana Inés Arrimadas promociona la Feria de Jerez