
Decisiones judiciales que al menos se convierten en controvertidas y abren un debate. Es lo que ha ocurrido en Almería donde se ha rebajado la condena de un hombre que abusó de una joven con discapacidad. Todo por esforzarse en pagar la condena.
La información a la que ha tenido acceso este medio aclara que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TJSA) ha rebajado en 18 meses la pena impuesta a un hombre que abusó sexualmente de una joven afectada por una grave discapacidad física y psíquica, dejándola embarazada, ya que considera que el condenado hizo un "importante esfuerzo" para "abonar en una parte significativa" de la "elevada" indemnización solicitada por la acusación.

La resolución señala que concurre la atenuante de reparación del daño alegada debido al pago de 15.000 euros, por lo que recorta de ocho años y medio a siete años de cárcel la pena impuesta por la Audiencia Provincial de Almería como autor de un delito de abuso sexual sobre la joven con discapacidad.
Grado reconocido de discapacidad
La víctima, a quien el condenado conocía "perfectamente" ya que era él la que la trasladaba al hospital cuando necesitaba asistente, tiene reconocido un grado de discapacidad del 80 por ciento debido a varios factores:
- Un retraso psicomotor "severo"
- Parálisis cerebral
- Hipoacusia
- Alteración de la agudeza visual
La sala señala que, si bien la suma que ha satisfecho el condenado, de 52 años, "solo cubre el 37,5 por ciento de la indemnización que se estableció en sentencia" en 45.000 euros, "en términos absolutos resulta significativa". Remarca que el condenado "debió realizar un esfuerzo importante para conseguir dicha suma" ya que "no tiene trabajo en España" y tuvo que desplazarse a Francia.
Los hechos probados relatan que el condenado, quien era conocido de la familia, se personó en el domicilio familiar de ella "aprovechando que sus padres se habían ausentado para ir a misa" y "consiguió que le dejara entrar con el pretexto de entregarle un regalo".
Ya en el interior con "ánimo libidinoso", sin que ella "prestara su consentimiento en ningún momento" y "aprovechando su particular situación", la empezó a "besar y a tocar" para, después, llevarla al dormitorio, quitarle la ropa y consumar el abuso.
La víctima guardó silencio hasta que, tras desplazarse al médico por las "molestias que sentía", tuvo conocimiento de que estaba embarazada. "Le contó entonces a su madre lo ocurrido al no poder soportar la situación en la que se encontraba".