La Junta de Andalucía ha fracasado en su lucha contra la silicosis, una enfermedad pulmonar causada por la inhalación de partículas de sílice, en la industria del corte, tallado y acabado de piedra. Han pasado casi 15 años desde el diagnóstico del primer caso de silicosis en Andalucía y la administración autonómica ha sido criticada por su inacción y su falta de prevención.
El Programa Integral de Silicosis de Andalucía (PISA) fue aprobado en 2017 y estuvo en vigor hasta 2021. Fijaba metas, prioridades y líneas de acción para disminuir la incidencia de la silicosis en el sector de la piedra, pero su eficacia ha sido cuestionada. Actualmente, no existe un plan en vigor para combatir la enfermedad.
El informe de seguimiento y evaluación de noviembre de 2021, al que tuvo acceso este medio, fue rechazado por la Asociación de Perjudicados por la Silicosis en Andalucía (APSA) y los sindicatos porque no se correspondía con la realidad. El informe contenía hasta 23 acciones en las que se debía "perseverar", pero en realidad, no se han cumplido los objetivos.
El informe reconoce que el sector tiene un bajo cumplimiento de la normativa de prevención y que los técnicos han realizado requerimientos a 72% de las 302 empresas visitadas desde 2017. Pero también sobreestima el impacto de algunas acciones, como las publicaciones en redes sociales.
Hijo predilecto a pesar de los enfermos
En febrero de 2019, la Junta de Andalucía nombró a Francisco Martínez-Cosentino, el artífice del boom de las encimeras de Silestone, como Hijo Predilecto, mientras enfermos de silicosis protestaban frente al Teatro de la Maestranza. Cosentino ha recibido reconocimientos públicos y subvenciones por parte de la administración autonómica y ha sido declarado de "interés autonómico" por el Gobierno de Juan Manuel Moreno.
Sin embargo, la creación del Centro Andaluz de Enfermedades Respiratorias de Origen Laboral (CAEROL), en marzo de 2022, ha generado polémica por su participación de Cosentino, la empresa con el mayor número de casos de silicosis en Andalucía. La Declaración de Granada, suscrita por asociaciones de afectados, médicos, sindicatos y académicos, advierte sobre el riesgo de que la industria condicione la agenda investigadora del futuro Centro.
La Asociación de Perjudicados por la Silicosis de Andalucía estalla ante tal pasividad
La Junta de Andalucía ha sido criticada por su apoyo económico a la empresa Silestone, cuyo artífice, Francisco Martínez-Cosentino, ha sido nombrado Hijo Predilecto de Andalucía y recibido subvenciones para su empresa.
El actual Gobierno autonómico ha declarado de "interés estratégico" y "de interés autonómico" el proyecto de Silestone, lo que ha generado preocupación entre los afectados. La creación del Centro Andaluz de Enfermedades Respiratorias de Origen Laboral (CAEROL) también ha sido criticada por su posible influencia por parte de la industria.
La reciente Declaración de Granada, suscrita por asociaciones de afectados, médicos, sindicatos y académicos, ha remitido a la Junta de Andalucía, a la Consejería de Salud y a otros actores, pero hasta ahora no han recibido respuesta alguna.
Dudas sobre la objetividad del Centro Andaluz de Enfermedades Respiratorias de Origen Laboral
La creación del Centro Andaluz de Enfermedades Respiratorias de Origen Laboral (CAEROL) ha generado controversia entre las asociaciones de afectados, los sindicatos y los expertos del Hospital de Poniente debido a la ausencia de su participación en su creación. La Declaración de Granada alerta sobre el riesgo de que la industria condicione la agenda investigadora del futuro Centro.
La Universidad de Córdoba ha explicado que el origen del CAEROL está en la "confluencia de la interacción entre empresa y personal investigador de la UCO, el interés de la Consejería en el objeto de trabajo, y las posibilidades estratégicas de la UCO para mejorar su impacto en la sociedad". Sin embargo, la presencia de Cosentino, la empresa con el mayor número de casos de silicosis reconocidos como enfermedad profesional en Andalucía, ha generado dudas sobre su objetividad en materia de seguridad y salud laboral.
En conclusión, la Junta de Andalucía ha fracasado en su plan contra la silicosis, y la incidencia de la enfermedad sigue creciendo.