viernes. 26.04.2024

Propina una paliza y amordaza a quien, por caridad, lo acogió en su casa

La víctima, de unos 60 años, presenta heridas graves en el rostro y muñecas

A veces el ejercicio de la caridad a ciegas se puede volver en contra de quien opta por la iniciativa de la solidaridad. Tal revés le ha sucedido, en Sevilla, a un varón de unos 60 años que además colabora con Cruz Roja. Para así ayudar a personas necesitadas. De entrada la acción se reviste de la mayor ejemplaridad como así ha de calificarse de hecho.

Ejemplaridad que le llevó este pasado martes día 7 del corriente mes de agosto a ofrecer su hogar a otro varón de nacionalidad eslovaca a fin de que no pasara la noche en la calle. Con la desagradable sorpresa que a día siguiente recibió de éste una brutal paliza que le causó fortísimas y muy graves heridas en el rostro y en las muñecas. Fue la teleasistencia la que le salvó la vida.

Efecto injusto a una causa siempre bienintencionada. El generoso vecino de Sevilla informó a su ocasional invitado que debía abandonar la casa. Pero la indicación no fue bien recibida por quien había sido salvado de una madrugada sin techo. Tan es así que el eslovaco se negó a marcharse solicitando dinero a cambio. Ante la negativa del colaborador de Cruz Roja, fue agredido con violencia y maniatado en la bañera para, además, recibir una paliza de consideración.

Efectivamente la teleasistencia fue providencial. Hasta el domicilio se desplazó un operativo de ambulancias junto con la Policía Local y la Policía Nacional. Mas no pudieron entrar en la vivienda, por lo que se vieron obligados a hacerlo por el balcón, aunque no obstante fue el agresor quien abrió la puerta para encontrarse con agentes que le redujeron y detuvieron. Este suceso, como no puede ser de otro modo, ha conmocionado a los vecinos.

Propina una paliza y amordaza a quien, por caridad, lo acogió en su casa