El sistema digestivo es primordial para el funcionamiento óptimo del organismo, pues al encargarse de procesar los alimentos adecuadamente, es capaz de brindarte una excelente calidad de vida, y es por eso que es de gran importancia que sepas de qué manera llevar una digestión saludable: hábitos alimentarios que contribuyen a su salud gastrointestinal.
Una buena digestión te permitirá llevar un excelente estilo de vida, conservando energías necesarias para el desempeño de tu rutina, y desechando la materia que no le aporta nada bueno al cuerpo. Asimismo, un sistema digestivo funcionando en las mejores condiciones, es capaz de prevenir y afrontar enfermedades estomacales.
Crea hábitos para tener una buena digestión
Si tus objetivos son mantener un estilo de vida saludable, es fundamental que comiences por tu alimentación, tomando en cuenta que este es uno de los factores que afecta el funcionamiento del organismo. Para esto, debes crear una serie de hábitos alimenticios que sean beneficiosos y te lleven a mejorar tu calidad de vida.
Es importante que tengas en cuenta los factores que influyen en el proceso digestivo desde que comienzas a comer, ya que un mal hábito puede causarte pesadez estomacal y mala digestión, e igualmente afectar el buen funcionamiento de tus intestinos. Es por esto que te doy algunas recomendaciones que deberías tener presentes al momento de ingerir alimentos:
Beber suficiente agua
El agua es el vital líquido que le brinda una inmensa cantidad de beneficios a tu organismo; además, su consumo facilita la buena digestión, pues se considera como la bebida más apropiada y natural para acompañarte en las comidas.
Es necesario que consumas por lo menos dos litros de agua al día, esto te ayudará a mejorar tu proceso digestivo y a prevenir el estreñimiento.
Beber agua caliente ayuda a bajar de peso más que el agua fría
El agua no solo permite que tu cuerpo pueda digerir adecuadamente los alimentos, sino que colabora con tu sistema digestivo, para que éste absorba los nutrientes y pueda, naturalmente, identificar los productos desecho, que no te brindan energía óptima, y así eliminarlos.
Evitar las comidas abundantes
En ocasiones, muchas personas ingieren grandes porciones, dos o tres veces al día, este acto es perjudicial para la salud, y sobre todo para el funcionamiento del sistema digestivo, pues la comida te puede caer mal, provocándote vómitos, dolor de estomago, indigestión severa, y una sobrecarga estomacal.
Lo ideal es que establezcas horarios de comida que te favorezcan y vayan acordes con tu ritmo de trabajo; lo más recomendable es que ingieras 5 comidas: desayuno, fruta (o algún alimento nutritivom natural y energético) a media mañana, el almuerzo con alto contenido de fibra, alguna merienda en la tarde para reponer las energías desgastadas, y la cena.
Evita las malas comidas
Es importante que al momento de preparar tus menús alimentarios tomes en cuenta el método de preparación o cocción que acostumbras a utilizar, pues los más recomendados y saludables son asar, hervir y hornear los alimentos que formarán parte de tus comidas, pues éstos no poseen grasas extras ni añadidas.
Evita los condimentos
Es necesario que tus comidas sean lo más saludables posible, para que puedan ser beneficiosas para tu organismo y sistema digestivo, por lo que no es muy recomendable utilizar condimentos muy fuertes y abrasivos para el estómago, o con un alto porcentaje de sodio (sal), ya que esto resulta verdaderamente perjudicial para la salud a largo plazo.
Incluye alimentos fibrosos
La fibra es uno de los componentes más beneficiosos para el sistema digestivo y excretor, ayudando a que tu cuerpo procese adecuadamente todos los alimentos adicionales que ingieras, y evitando el estreñimiento, por lo que es altamente recomendable que lo incluyas en tus comidas.
Consume fruta
La mayoría de las frutas son alimentos con alto contenido de líquido, por lo que su consumo recurrente contribuye al buen funcionamiento de los sistemas encargados de procesar todos los alimentos, transformándolos en energía necesaria. Lo más recomendable es que consumas alrededor de 5 porciones de frutas por día, para ver una mejoría.
Disminuye los alimentos grasos de tu dieta
Para mejorar la digestión, es primordial que escojas adecuadamente los alimentos que incluirás en tu dieta, ya que no pueden ser de origen graso o frito, puesto que estos pueden pasar por el aparato digestivo sin ser completamente digeridos, provocando un cuadro de diarrea, que si no se atiende a tiempo puede derivar en descompensación.
Este tipo de alimentos son extremadamente dañinos para el organismo, ya que la grasa tiende a quedarse pegada de las paredes estomacales; igualmente, su lento procesamiento por parte del sistema digestivo, hace que tu estómago se hinche, creándote una sensación de pesadez y malestar estomacal muy incómodo.
Comer tranquilamente
Muchas personas quieren apresurar el proceso digestivo, comiendo rápidamente todos los alimentos de su menú, sin tener ningún tipo de pausa, ni al ingerir ni al masticar, lo que puede provocarte gases y flatulencias bastante molestas e incómodas. Para esto es recomendable que mantengas calma y serenidad en tus horarios de comida.
Masticar despacio y constantemente para triturar los alimentos de la manera más adecuada, sumado a tragar con cuidado, favorece increíblemente la digestión; este es un hábito realmente importante.
Haz ejercicio
Si hay algo que favorece increíblemente tu digestión, es el ejercicio y el movimiento que realizas de manera constante al hacer tus actividades; no se trata de que fuerces tu cuerpo haciendo ejercicios fuertes e innecesarios que para nada contribuirán con tu digestión, sino algo tan sencillo como caminar después de comer, te ayudará a digerir los alimentos.
Es importante que tomes en cuenta que no todos los ejercicios favorecen al sistema digestivo, algunos pueden entorpecer este proceso, ocasionándote grandes dolencias estomacales. En tal sentido, algunos de los ejercicios que sí puedes realizar para favorecer la digestión, son:
- Caminatas moderadas: es recomendable, como se mencionó anteriormente, que camines recurrentemente después de tus comidas, esto favorecerá el tránsito intestinal, ayudando a que tu cuerpo procese los alimentos de la manera más adecuada.