viernes. 29.03.2024
La barandilla de la piscina de Astilleros en Cádiz
La barandilla de la piscina de Astilleros en Cádiz

El deterioro de Cádiz es innegable y en gran medida se culpa de ellos a las autoridades. Sin embargo, el vandalismo es el punto de partida para que la ciudad parezca más destrozada un poco más cada día.

El concejal de Urbanismo y Mantenimiento Urbano, Martín Vila, denuncia y critica los actos vandálicos cometidos en las últimas semanas en varios tramos de las barandillas de protección del Paseo Marítimo de Astilleros. Éstas han sido derribadas, y las vallas de seguridad que se han colocado en su lugar mientras se realizan los trámites pertinentes para su reposición han desaparecido.

Vila recuerda que fue el año pasado, en el mes de abril, cuando el Ayuntamiento gaditano, a través de la Delegación de Mantenimiento Urbano, inició los trabajos de reparación de todas las barandillas situadas en el borde marítimo del Paseo Marítimo de Astilleros y en la Avenida de la Bahía.

Y esta intervención, que supuso un coste de unos 10.000 euros, se tuvo que realizar a consecuencia también de los actos vandálicos que se venían cometiendo y que ocasionaron la rotura de la baranda, llegando a ser inexistente en algunos tramos, al igual que ahora. 

Panorama desolador

“Lamentablemente, 15 meses después del inicio de esos trabajos que se realizaron para evitar peligro y garantizar la seguridad en la zona, nos encontramos con el mismo panorama desolador. El pasado 22 de junio recibimos la primera comunicación de la rotura de dos tramos de la barandilla y la semana pasada de un tercero. Hemos vallado esas zonas para evitar accidentes y esas vallas han sido sustraídas y sospechamos que han sido arrojadas a la Bahía. Hoy mismo hemos vallado de nuevo”, expone el edil.

Ante lo sucedido, desde el Equipo de Gobierno condenan estas acciones vandálicas y piden a la ciudadanía no sólo que cuide y respete los espacios públicos, sino que también denuncie este tipo de actos a la Policía si son testigos de ellos. 

Cádiz, una ciudad cada vez más destrozada por los vándalos