viernes. 19.04.2024
Circula a gran velocidad por la A-92 bebido y drogado en dirección al casco urbano de Sevilla
Pone en peligro la vida de los conductores en Cádiz: Iba 'hasta arriba' de alcohol

Nuevo episodio de imprudencia al volante, de temeridad en la carretera, protagonizado, en esta ocasión, por un hombre que, con su conducta, ha puesto en peligro la vida de los conductores. Luego pudo comprobarse que iba 'hasta arriba' de alcohol.

Según la información que ha trascendido, la Policía Local de Algeciras (Cádiz) ha incoado diligencias judiciales contra el conductor de un vehículo con signos evidentes de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas gracias a la intervención de una agente que se encontraba fuera de servicio.

Policías locales de Écija auxiliaron a la víctima en un primer momento
Policías locales en una imagen de archivo

En este sentido, la agente se encontraba en una estación de servicios de la ciudad cuando detectó a un conductor que al bajarse de su automóvil presentaba claros signos de encontrarse bajo la influencia del alcohol, con acciones incoherentes y conductas erráticas, que incluso tropezó varias veces con una de las papeleras de una gasolinera.

Pone en peligro la vida de los conductores en Cádiz

El relato de los hechos constata que la agente se identificó como policía local, impidiendo que el conductor reanudara su marcha y contactó telefónicamente con la sala de control del Cuerpo, que envió al lugar a una patrulla del Departamento de Atestados. El conductor, de 66 años presentaba los síntomas típicos de estar ebrio: olor a alcohol a distancia, repeticiones incoherentes de frases o ideas, así como movimiento oscilante de la verticalidad del cuerpo, por lo que le realizaron una primera prueba de alcoholemia que arrojó un resultado de 0,93 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, que supone casi cuatro veces el máximo permitido.

Tras esperar el tiempo preceptivo para corroborar ese resultado con una segunda prueba de detección del grado de impregnación etílica, requirieron al conductor para realizar una nueva medición, conforme se establece en el Reglamento General de Circulación, encontrándose con la negativa de éste.

Fue entonces cuando la patrulla del Departamento de Atestados instruyó diligencias judiciales por la comisión de dos presuntos delitos contra la seguridad vial. Los agentes intervinieron ante la comisión de un delito de negativa a someterse a las pruebas de comprobación de la tasa de alcoholemia, castigado con penas prisión de hasta un año y privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores por hasta cuatro años.

Finalmente, hay que añadir que también se instruyeron diligencias por la comisión de un delito de conducción de un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ya que aunque no se completó la prueba de alcoholemia los signos externos que presentaba el conductor de estar ebrio, junto a la medición que sí se llegó a realizar son elementos suficientes para acreditar este tipo de delitos, penados con prisión de hasta seis meses.

Pone en peligro la vida de los conductores en Cádiz: Iba 'hasta arriba' de alcohol