viernes. 29.03.2024
Mujeres obligadas a prostituirse | Archivo

La Policía Nacional ha detenido a tres personas en El Puerto de Santa María (Cádiz) como presuntos autores de los delitos de prostitución y explotación sexual, así como contra la salud pública y otro por falsedad documental.

Los detenidos regentaban una casa de citas ubicada en Valdelagrana, donde las víctimas vivía en situación de vulnerabilidad y en condiciones abusivas, obligándolas a estar disponibles las 24 horas del día y suministrarles drogas a los clientes.

Esta investigación comenzó en agosto de 2020 y durante todo este tiempo se han ido recabando pruebas hasta que el Juzgado de Instrucción número cuatro de El Puerto de Santa María autorizó el pasado día 9 de junio la entrada y registro de la casa de citas, situada en Valdelagrana, en el domicilio habitual de la principal investigada en San Fernando y en un chalet que disponía para su ocio personal en Chiclana de la Frontera.

En el momento de la entrada en la casa de citas, estaba en el interior la controladora durmiendo en el salón y dos chicas extranjeras en la primera planta. En el registro se intervinieron  diversa  documentación sobre ganancias, contabilidad, facturas, 4.100 euros en efectivo, 17 teléfonos móviles y cocaína que facilitaban y ofrecían a los clientes, por lo que han sido también acusadas de un delito contra la salud pública.

Un negocio que utilizaba a una empresa ficticia de reparto

La presunta cabecilla de la trama, una mujer de origen brasileño, pero nacionalizada española y residente en San Fernando, alquiló una vivienda unifamiliar en El Puerto de Santa María, concretamente en Valdelagrana, con ayuda de otra mujer que ejercía las labores de controladora, a la cual paga un sueldo fijo al mes, emprendió un negocio muy lucrativo gracias a los beneficios de la prostitución de las jóvenes chicas que iba a tener a su cargo.

La cabecilla se dio alta con régimen especial de autónoma en una empresa ficticia de mensajería y reparto, incurriendo en un delito de falsedad documental además del correspondiente expediente sancionador por parte de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social.

Vigiladas y disponibles las 24 horas

Mediante 15 líneas telefónicas ofrecían los servicios sexuales en distintas webs, donde las chicas ejercían la prostitución debido a su situación de irregularidad y ante la dificultad de encontrar trabajo en España. De hecho, los detenidos obligaban a realizar la actividad en condiciones abusivas, tales como estar disponibles 24 horas del día, no negarse a realizar ningún servicio y acudir a domicilios de clientes u hoteles.

El control por parte de la dueña del negocio de la prostitución era evidente, y junto con su empleada controladora de la actividad, eran las que exclusivamente recepcionaban todas las llamadas de los 15 terminales telefónicos cerrando las citas y precios con los clientes, pasando a dar instrucciones y ordenes a las chicas que ejercían la prostitución, las cuales estaban obligadas a realizar el servicio sexual en cualquier hora y lugar.

A la finalización del servicio, el cliente pagaba siempre a la controladora de las chicas, nunca directamente a estas, y cada cierto tiempo las investigadas entregaban un parte de las ganancias a las chicas, quienes además tenían que contribuir al pago del alquiler de la casa de citas.

La controladora tenía instalada  su cama en el salón de la vivienda para la apertura de la puerta a clientes y permitir el acceso a los dormitorios ubicados en la primera. En el salón también contaba con circuito de videovigilancia con  cámaras que graban a todas las personas que accedían a la casa de citas, incluidas las que allí viven habitualmente, imágenes que también son visionadas directamente por la principal investigada.

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