Antonio Banderas sigue estos días en la cresta de la ola. En su renacimiento doblado hacia afuera. En su catapulta innecesaria. En su carátula inopinada. En su resurgimiento que es candelero en la portada de flor y nata de la actualidad. Que es signo y símbolo de su profesionalidad.
Este año Antonio Banderas conmemora para sus adentros una efemérides que posiblemente pase desapercibida para el gran público pero no para los cinéfilos entusiastas de la trayectoria cinematográfica de Banderas. No para los amantes del séptimo arte seguidores de la filmografía de don Antonio.
Aquel boom promocional
Porque en este 2021 se cumplen diez años de una película que supuso mucho para Antonio en un momento determinado de su vida. Se trata de ‘La piel que habito’. Fue un boom promocional entonces. Banderas y Almodóvar, dos apellidos que hicieron furor en la España de los años 80 y que volvían a unirse en un solo producto de estética de veras interesante.
La acción arrancaba en Toledo. Allí el doctor Robert Ledgard (Antonio Banderas) vive en "El Cigarral", léase: una mansión en las afueras de la ciudad donde tiene y mima como nadie su laboratorio y quirófano personales. Es precisamente en esta sede donde mantiene cautiva a una joven -a una bellísima joven- que ese día ha intentado suicidarse abriendo sus muñecas.
Tintes un tanto surrealistas
El argumento comienza pronto a adquirir tintes un tanto surrealistas porque, aunque Ledgard logra salvarla, se muestra molesto e incluso enfurecido por la fragilidad de la piel. La originalidad comenzaba a tomar asiento en una sinopsis bastante impredecible.
Es cuando decide usar plasma animal para crear piel sintética que injerta en la muchacha. La ata en la camilla de su laboratorio y acto seguido experimenta apoyándole la llama de un soplete y posteriormente un mosquito que intenta picarla: curiosamente -misterios insondables- ninguno de los dos logra lastimarla.
Las cuentas inicialmente no cuadraron
Más datos: financieramente la película no puede ni debe considerarse un éxito de taquilla. Las cuentas no cuadraron. Y es que el presupuesto se disparó hasta 10.000.000 euros, mientras que la recaudación apenas llegó a 4.620.000 euros. ¿Qué dicen los datos estadísticos? Pues hablan de una asistencia por debajo de 694.000 espectadores. Eso sí: a nivel internacional la película sí puede calificarse de éxito debido a que recaudó 20.000.000 euros en todo el mundo.
De este proyecto, Almodóvar dijo: «Me ha atrapado La piel que habito, un material muy nuevo a todo lo anterior porque me ha pillado en pleno cambio. Me veo como una persona de mediana edad que, como no quise celebrar los cuarenta, cuando llegué a los cincuenta tuve que pasar la crisis de las dos décadas».
Mezcla de géneros
Es cierto que la película mezcla géneros. Desde un poco el noir hasta otros tantos de ciencia ficción y de terror. Antonio Banderas hizo un papelón que por momentos salva con nota este filme colorista en el que el drama logra atrapar al espectador por pasajes.
Existen escenas de memorable diseño. Muy en la estética plástica de Almodóvar. Banderas entonces dio una pirueta interpretativa que a todos pilló por sorpresa. Bien es conocido que la relación entre el director y el actor es muy sólida desde hace décadas.
Desde que la movida madrileña zarandeara el suelo de un país entonces abriéndose de par en par a un lenguaje artístico chorreado y chorreante de libertad. Una libertad que tanto Pedro como Antonio han desarrollado a mayor gloria del cine español.
