viernes. 29.03.2024
Bertín Osborne y Fabiola Martínez
Bertín Osborne y Fabiola Martínez

Bertín Osborne y Fabiola Martínez son protagonistas de una ruptura matrimonial que bien pudiéramos considerar ejemplar. No se le puede achacar nada. No se le puede poner un pero. No se les puede imputar ni computar una falta en el terreno de las salidas de tono. Ellos han demostrado que sí. Que sí se puede. Que sí se puede acabar con una historia de amor, de pareja, sin tener por qué echarse los trastos a la cabeza.

En pureza no estamos acostumbrados a dicho tono, a dicha actitud, a dicha aptitud en los rompimientos sentimentales de la gente famosa del colorín. De las revistas del colorín. En la sección colorín colorado esta pareja se ha acabado. Bertín y Fabiola por descontado no pertenecen a la fauna y flora de los famosillos de ocasión -con sus tenderetes gananciales de cartón piedra y sus palabrería de papel mojado-.

Otro latido

Ellos no. Ellos son de otra clase, de otra estirpe, de otro latido. La fama les persigue y no al contrario. Son celebridades en toda regla. Muy queridos además por el gran público -léase de todo género y edad-. A diferencia de algunos intrusos/as harto oportunistas, Bertín y Fabiola no sólo cuentan con una trayectoria a ojos vistas sino también con otra característica, con otro valor añadido, con otro plus cuya busilis suele escasear en más de cuatro rostros televisivos: la capacidad de trabajo.

Porque trabajadores son a destajo. A pulmón lleno. A favor de obra y a veces a contracorriente de determinadas adversidades cuyos truenos, cuyas troneras, no hacen sino crecer al virtuoso -esta pareja lo son (virtuosos) al fin y al cabo- cuando el tiempo arrecia. Ora et labora parece que llevan grabados en las sienes del modos vivendi de ambos. A Dios rogando y con el mazo dando. Sin descanso. Sin paréntesis abiertos. Sin cortezas, sin cortaduras, sin anillos que se caigan a las primeras de cambio.

Bulos y rumorologías

Bien es sabido que la ruptura sentimental de dos personas famosas lleva parejo, quiérase o no -que por lo común no se desea-, toda una ristra de rumorologías, bulos, globos sonda, mentideros y afirmaciones de lenguas de vecindonas que refrescan la calcomanía de los vicios adquiridos -y ya oxidados- de la sociedad de este país que también gasta su cuarto y mitad de cainismo. España y yo somos así, señora. Lo dijo el mismísimo Marquina.

 A pesar de que se ha pretendido buscarle cinco pies al gato, en esta separación no hay más cera que la que arde. En lo único que podemos decir toman rumbos diferentes -tanto en el contenido como en el continente- Bertín y Fabiola es en el sentido (temático, por así decirlo) de las publicaciones de sus redes sociales. Pongamos que hablamos de Instagram. ¿Qué tendrá Instagram, que la amistad de todos procura? Es la red social de cabecera del cantante y la bella modelo.

Vídeos de su trabajo

Las publicaciones de Bertín, prácticamente el cien por cien de las mismas, corresponden enteramente a su trabajo. A la entrevista -sonadísima- con Ayuso. A distintos vídeos muy divertidos -que despiertan el interés del espectador- de su exitoso programa en Canal Sur ‘El show de Bertín Osborne’ -¡la que ha liado el futbolista Joaquín y sus chistes del todo virales!-. Joaquín es una apuesta a caballo ganador, una apuesta segura, una apuesta a doble contra sencillo. Siempre con las risas de fondo y de frente.

También la presentación del nuevo single ‘A fuego lento’ que interpreta con Baute. Un tema que habla de cinturas que vuelven a ser epicentros de un volcán que despertó y quemó por dentro a fuego lento, “poquito a poco el corazón”. Por su parte Fabiola se centra en su familia, sus hijos, y en su labor como presidenta de la Fundación Bertín Osborne. Muy interesante el Instagram de Fabiola Martínez. Dos redes diferentes de enfoque desiguales en las que por cierto no aparece rastro de ninguna foto en pareja. ¡Curioso!

Las claves que distinguen a Bertín Osborne y Fabiola Martínez tras su separación