La relación entre Bertín Osborne y Paz Padilla siempre ha sido estrecha, vinculante, unitiva. Son dos personas divertidas, que se dan a querer, cuyo ADN tiene mucho de empatía, de simpatía, de espontaneidad. La relación entre Bertín Osborne y Paz Padilla nace de la transparencia, de una forma de ser en color verdiblanco. De una patria con casas encaladas y respeto a las tradiciones. Como un vaso comunicante de generación en generación.
La relación entre Paz Padilla y Bertín Osborne, entre Bertín Osborne y Paz Padilla, tiene mucho de confluencia vital, de préstamos de sonrisas, del vértice abierto de un contento personal que se traduce en vivacidad. En chiste de regate corto, en generosidad de pase largo. En concepto de cercanías entre manos. En mente juvenil que no cumple años y en adultez tallada por las décadas de lo vivido.
Fallar de lleno
Quienquiera observar otra personalidad en ambos artistas, fallará de llano, de lleno. Por esta razón, porque existe alquimia entre ellos, se llaman a sus programas, se invitan a la recíproca, con estrechez de temporalidades. Y es Paz Padilla como un árbol herido que sigue dando frutos. Porque sus raíces están ancladas en tierra fértil. Y es Bertín Osborne como un gigante de la sensibilidad, que canta caricias sobre la cabecilla de un niño que es ángel en tierra.
La premisa del entendimiento entrambos es esencial. La aureola de la alegría en los susurros difusos de los malos tiempos. Buena cara a la mala racha como apretón de dientes y apretón de manos. Ninguno de ellos pasa por el mejor periodo de sus vidas. Paz Padilla ha enviudado demasiado precozmente, como una cuchillada helada del destino. Como una herida tratada en sapiencia espiritual.
Viento de actualidad
Y Bertín Osborne ha sido objeto de titulares que corrieron como la pólvora: su abrupta e inesperada separación de su mujer Fabiola Martínez. A este tenor nos referimos ahora como viento de actualidad y nunca como serpiente de verano. Porque la nueva temporada de ‘Mi casa es la tuya’ es la primera con Bertín y Fabiola separados. Y Bertín no se calla, no enmudece esta nueva situación. Forma parte de la nueva cotidianeidad del cantante.
En esta nueva edición ha hablado Bertín con Paz. Lo ha hecho con los sentimientos a flor de piel. Y confesó algo que, por duro, por durísimo, ha levantado cierto revuelo. “Lo que más me pesa es tener la edad que tengo y no tener una familia conmigo. A medida que cumples años y te sientes sólo… Es muy jorobado”. Esta afirmación ha abierto todo tipo de especulaciones. Los ríos de tinta han escrito en papel prensa incluso la posibilidad de una reconciliación.
Preguntas abiertas
¿Se habrá arrepentido Bertín de su ruptura sentimental? ¿Estará echando se menos pasar más tiempo con sus hijos? ¿Habrá despertado de una irrealidad que le llevó a cometer “una tontería”? ¿Hasta qué punto se siente verdaderamente sólo el gran Bertín Osborne? ¿Los sentimientos habrán regresado a su origen? ¿Cómo late el corazón del presentador?
A todos sorprendió de lleno este rompimiento, esta quebradura, esta cicatriz. Formaban una pareja feliz. De hecho lo eran. Lo fueron. Y mucho. Con cascadas de autenticidad. Pero cada casa es un mundo. De puertas adentro sólo Dios sabe la verdad de las relaciones. Ellos siempre se han respetado. Se han amado. Los afectos no han desaparecido. Por eso se habla de reconciliación.
Sí, reconciliación. Las declaraciones a este respecto de Fabiola Martínez no se han hecho esperar. Ella comenta que no vio el programa pero aclara que Bertín sí tiene su familia, claro que la tiene, “no como antes, pero sí tiene su familia”. Fabiola descarta taxativamente una reconciliación con Bertín. Y añade que aún no han firmado los papeles se divorcio. Se lo toman con calma. Sin prisas…. pero ¿sin pausa?
