jueves. 18.04.2024
Antonio Banderas
Antonio Banderas

Antonio Banderas ha mostrado un hondo pesar a través de sus redes sociales. Con una sinceridad manifiesta. Con una prontitud manifiesta. Con una lealtad manifiesta. Antonio Banderas no ha podido silenciar su dolor. Su más abrupto dolor. El que penetra en los resquicios del alma cuando marcha, cuando se marcha, una persona querida, muy querida. 

El legendario periodista y articulista español César González Ruano dejó escrito que la muerte es como una pedrada que recibe una persona pero le duele a otra. Esa otra persona es ahora Antonio Banderas tras la muerte de su más que amigo Mariano Puig.

Un fallecimiento que a decir verdad ha desencadenado toda una ola de pésames (a nivel nacional e internacional). 
Parte de la familia 

El actor no se ha quedado atrás. Y no se ha quedado porque Antonio Banderas se consideraba parte de la familia de Puig. Y no es un decir a bote pronto. Banderas dice la verdad. Se ha sentido parte de esta conocida familia porque así también desde siempre le abrieron los brazos, muy de veras, al propio actor. 

Antonio Banderas ha escrito en si twitter lo siguiente: “Quiero enviar mucho ánimo y un fuerte abrazo a toda la familia Puig, de la que me considero parte desde hace más de 20 años, por el fallecimiento de don Mariano Puig Planas. Un gran emprendedor y una gran persona”. Sobran y bastan las explicaciones. Un entrecomillado que lo dice todo. 

Un vitalismo inteligente 

Mariano era nonagenario. Su vitalismo era inteligente. Su capacidad de emprendimiento inagotable. Con los pies en el suelo. Con el éxito -empresarial- como cielo. Nació en Barcelona. En el año 1927. Ya ha llovido desde entonces. Hace apenas un par de temporadas Mariano había recibido de manos del Rey Felipe el premio Reino de España a la Trayectoria Empresarial, que convocan los Círculos de Empresarios, De Economía y De Empresarios Vascos. 

Se le concedió en 2017, pero Puig esperó casi dos años para que tan alta distinción, la reproducción de una medalla al mérito de tiempos de Carlos III, le fuese concedido. Mariano Puig siempre hizo gala de sentirse monárquico, de Barcelona y además español. 

Catalán y español 

“Toda mi vida he intentado comprometerme, participando en actividades para que Barcelona no fuera simple capital de provincia. Me siento muy catalán, me siento español y amo profundamente mi ciudad. Pero últimamente vivimos en una contradicción. Y no puedo más que entristecerme”, confesaba.

Puig creó el primer pintalabios español y el Agua de Lavanda. Muy pronto dio el salto internacional: en 1962 abren su primera oficina en EEUU y en 1968 firmaron un convenio de colaboración con Paco Rabanne para introducirse en Francia. En esos días nace Agua Brava y Azur. Fueron en los 70 cuando crearon las filiales en Reino Unido y Panamá y levantaron la factoría francesa de Chartres. 

Una trayectoria imparable

Más datos de su trayectoria imparable. Lanzan al mercado Brummel y Quorum. Desde 1988 distribuyen los perfumes Carolina Herrera y desde 1995 son dueños de la división de moda. A finales de los 90 comienzan a producir la marca Antonio Banderas y Nina Ricci. Compraron Gal y Myrurgia y ya puede decirse que no tuvieron competencia. No tuvieron competencia de ninguna clase. 

Andando el tiempo, y con tanta experiencia y sabiduría a sus espaldas, llegarían Jean Paul Gaultier y Purificación García, así como las licencias para producir las fragancias de Prada, Valentino, Benetton y Comme des Garçons. La entente se mantuvo durante la segunda generación y al llegar la tercera, se creó un comité de siete nietos como cúpula dirigente. Puig es hoy uno de los seis principales grupos de perfumería del mundo, en el que trabajan 4.200 empleados y cuyos productos se venden en 150 países (el negocio internacional supone un 86 % del volumen). 

¿Qué hondo pesar aflige a Antonio Banderas en la actualidad?