viernes. 29.03.2024

Que a Kiko Rivera se le ha ido de las manos este linchamiento contra la autora de sus días es una aseveración que a nadie o prácticamente nadie escapa. Las declaraciones son acusaciones. Y las acusaciones jamás debieron salir de la privacidad de los protagonistas de esta marimorena que por días va a más. Hasta límites de auténtico contraejemplo…

Porque a decir verdad es un contraejemplo nacional que un hijo publicite las posibles miserias de su madre ante toda España con el propósito incorrecto de acorralarla mediáticamente. Lo de la Pantoja no tiene perdón de Dios si en efecto finalmente se demuestra que ha cargado una mochila de deudas valederas para su hijo y, lo que acaso sea aún peor, para sus nietos.

Mas no hay problema mayor que no pueda solucionarse con una charla materno-filial o, en el más irremediable de los casos, entre los abogados de la madre y el hijo. Pero las espadas de las soberbias están en alto. Kiko ha dicho que con una simple llamada de su mamá todo irá a buen término. Quiere explicaciones sobre la herencia y sobre soluciones. Tiene mucho miedo -razonable- sobre el futuro presumiblemente hipotecado de por vida de sus hijos.

Rebañando la polémica

Mientras tanto Telecinco rebaña sin descanso la polémica. Hasta el punto de copar incesantemente casi todo el minutaje este asunto familiar. Telecinco está estirando demasiado el chicle de los efectos colaterales. Léase: la resurrección rosa de los tiras y aflojas entre los Rivera y los Pantoja, los Pantoja y los Rivera. Tiras y aflojas que en algunos casos se pueden calificar de resentimientos muy enardecidos.

Aún no había entrado en danza la sobrinísima. O no lo había hecho cara a cara. Pese a la pierna rota. Y este lunes 23 lo hizo con el ceño fruncido. No le quita razón a su primo – “Kiko tiene razón en muchas cosas”- pero no deja de reconocer que todo se ha sacado de contexto. Y que ya existen muchos opinantes en un asunto tan particular, tan reservado a dos. Tan privatizo al entendimiento de ambas partes.

anabel pantoja

“Hay cosas en las que no quiero entrar porque me hierve la sangre”, indicó este lunes 23 en ‘Sálvame’. Además expone el dificilísimo papel que ahora juegan Irene Rosales, su prima Isa y ella misma: “Irene está en medio, como yo y como Isa. La chiquilla lo sufre, pero no creo que mi tía se haya pronunciado en contra e Irene”.

La procesión va por dentro

Anabel entró en el programa por videoconferencia. Está recuperándose de la dolencia del pie. Lleva la procesión por dentro “porque yo le tengo mucho cariño a mi tía, habrá cometido errores pero ella no ha matado a nadie”. Contaba con diez minutos para expresarse pero enseguida algunos compañeros comenzaron a interrumpirla. Con opiniones opuestas.

Con versiones confrontadas. Esto molestó mucho a Anabel Pantoja. Sobre todo la actitud de Kiko Matamoros, quien parece tributarle una monomanía a la sobrina de Isabel Pantoja. Anabel estalla y recrimina a Kiko que la critiqué tanto, que devalúe por norma su entrega profesional: “Si tan empeñado estás, habla con los directores y que me quiten de la plantilla”.

Anabel Pantoja exige su tiempo de intervención sin interrupciones y aclara dos cuestiones: en primer lugar que no admite que se ponga en solfa que Paquirri e Isabel no estuviesen enamorados hasta el fatídico momento de la muerte del torero y, en segundo término, que se había malinterpretado la presencia estos días del camión en Cantora: que no era un camión de mudanza sino del agua.

Anabel Pantoja reprocha que se estén sacando tantísimos temas del pasado de su tía Isabel. Que algunos están infundados. Y que no entiende a tantas personas opinando en un oportunismo que no es de recibo. Sin embargo al menos Telecinco sí pretende optimizar la gresca. Se sabe que habían ofrecido invitación de nuevo a Kiko Rivera para que otra vez estuviese en plató el próximo viernes 27, ofrecimiento que en principio ha rechazado el hijo de la tonadillera.

"Mi tía Isabel habrá cometido errores pero ella no ha matado a nadie"