La Cartuja de Santa María de la Defensión, considerado como el conjunto monumental de mayor valor artístico de la provincia de Cádiz y declarado Bien de Interés Cultural, ha acogido la misa en la que ha dado la bienvenida a la comunidad de las cuatro hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo, una congregación, fundada hace cuarenta años en Brasil por Madre María José del Espíritu, que a partir de ahora desarrollará su misión desde este emblemático monasterio de Jerez de la Frontera, referente espiritual, y que inicia una nueva etapa en su historia.
La eucaristía ha estado presidida por el Obispo de Jerez, Monseñor José Rico Pavés, junto a numerosos fieles entre los que se encontraban autoridades civiles de la ciudad, entre ellas, los delegados municipales de Cultura y Urbanismo, Francisco Zurita y Belén de la Cuadra, respectivamente. En la homilía, ha recordado que "crecer en la vida de fe es alimentarse a diario de la Palabra de Dios, que nos ayuda tomar decisiones en momentos que no son sencillos y así tener fortaleza cuando venga la debilidad".
Desde el Gobierno Municipal han expresado su alegría por la llegada de una nueva comunidad religiosa que llenará de vida un espacio de gran relevancia religiosa y cultural. Tras la permanencia durante 20 años de las Hermanas de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno en La Cartuja, de carisma contemplativo, se retoma la presencia religiosa en el conjunto histórico.
Cabe recordar que según las reglas de la congregación "el carisma de las Hermanas Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo es vivir según el Espíritu en oración y acción apostólica, esto es, contemplar para evangelizar a la luz del Espíritu Santo, y, movidas por sus dones espirituales, fructificar en buenas obras al servicio de los hermanos donde y cuando sea necesario".
La Cartuja de Jerez
La Cartuja de Jerez es uno de los monumentos más importantes de la provincia de Cádiz y Andalucía, declarado Bien de Interés Cultural. Fundada en 1453, se eligió para su construcción un lugar conocido como 'El Sotillo', en el que existía una ermita. En 1476 llegaron los primeros frailes procedentes de la Cartuja sevillana e iniciaron actividades ganaderas, destacando la crianza del Caballo Cartujano.