sábado. 20.04.2024

Domingo de Resurrección: luz de trascendencia

Jornada de júbilo para los cofrades que cierran así su particular Semana Santa

Todo no se ha consumado. Todo se ha realizado. Todo se ha explicado. Todo ha llegado a su justificación. Todo se ha eternizado. Todo se ha demostrado. Todo ha alcanzado su culmen. Todo ha alcanzado su altura cenital. Todo ha cumplido con la misión de la vida. Con la misión de la misma trascendencia.

Y la esperanza ha encontrado su máxima expresión. La esperanza ha hallado su finalidad. La esperanza ya no espera. La esperanza ya está aquí.

En la envergadura de la eternidad. La esperanza de María entonces, de la Virgen María, y de los cristianos ha sido compensada y recompensada: porque Cristo ha resucitado.

Lo dice el libro de los Hechos de los Apóstoles: En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea.

Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver”.

Lo cofrades siempre han vivido con ilusión y alegría el día de la Resurrección. Porque cobran sentido aquellas vendas en el suelo. Aquel sudario enrollado en sitio aparte. Dentro del sepulcro. Y el entendimiento de la Escritura. Que Jesús había de resucitar de entre los muertos.

En efecto no es término pero sí la culminación del Evangelio. Si hablamos de Buena Nueva por excelencia, de Buena Nueva por antonomasia, no puede ser otra que la Resurrección de Cristo. El mayor acontecimiento de la historia de la Humanidad.

La conformación del mensaje del cristiano: Jesús es el amor encarnado, murió en la cruz por la Humanidad. Y Dios lo resucitó. Para que el amor venciera al odio, la misericordia al pecado, la verdad a la mentira. Toda la vida a toda la muerte.

Los cofrades mantienen que el amor sin condiciones es un salir de sí mismo para entregarse a los demás. Venid y veréis.

En casi todas las localidades de nuestra Baja Andalucía sale una procesión de Resucitado. Una procesión matutina. Una procesión de luz. De blancura. De sonrisas. De plenitud. No hablamos, naturalmente, de este año 2020.

Una procesión que a menudo -equivocadamente- se rebaja en importancia y seguimiento al respecto de las restantes procesiones precedentes de Semana Santa…  Craso error. Por lo que significa y por lo que enaltece y por lo que eterniza, estas procesiones de las Hermandades del Resucitado merecen el mayor respaldo de las concurrencias…

Domingo de Resurrección 2020. Domingo de Resurrección de una Semana Santa interior. De una Semana Santa de confinamiento. De una Semana Santa de puertas adentro. De una Semana Santa de clara autentificación del sentido evangélico. De auténtico sentido de la palabra de Cristo. Del Cristo que sigue siendo el camino, la verdad, nuestra vida…

Domingo de Resurrección: luz de trascendencia