jueves. 25.04.2024
María Santísima de la Amargura en la iglesia de los Descalzos

Domingo de sol y agua a las plantas de la Santa Cuaresma

La climatología ha restado público a una jornada con puntos fuertes de visitas

Lástima de está jornada día 11 del mes en curso. Un Domingo más -¿o menos?- de la Santa Cuaresma. Lo que habría de ser una multitudinaria manifestación de numerosísimo público congregado a lo largo y ancho de la ciudad, en torno a la guía – al itinerario real y sentimental- que marcaban las convocatorias de ceremonias de besamanos y besapiés de los Sagrados Titulares, finalmente ha derivado en una praxis de la mera dubitación, de la duda somera, que por trechos ha provocado la alternancia del sol y lluvia -en un santiamén- a lo largo de la franja matutina.

Virgen de la Confortación, de la Hermandad del Huerto

Se entraba en la iglesia de San Francisco con un temporal en ristre para besar las manos de la guapa Virgen del Valle y se abandonaba el templo brindando la mirada al sol de justicia que entonces reinaba en el callejero. La climatología -a no dudarlo- ha restado ciudadanos en la calle.

Lo dicho: la calma chicha soleada daba paso al penumbroso aguacero. Qué rabia. Con lo lucidas que amanecían y atardecían y anochecían todas las ceremonias a las plantas de cofrades y devotos. Desde el Señor de la Sentencia, con túnica bordada nueva -portentosa- hasta el majestuoso Cristo de la Sed. O el Sagrado Descendimiento, en la Victoria, una de las obras cumbres de Luis Ortega Bru.

Dos puntos han llamado poderosamente la atención. De una parte la Virgen de la Confortación en la iglesia de Santo Domingo, pura Alameda Cristina. La restauración de una talla siempre suscita los más plurales comentarios y las más antónimas de las opiniones.

El libro del criterio personal está en blanco a mayor abundamiento en el mundo -a veces divergente, a veces convergente- de las cofradías. Nota bene: el palio ya montado es preludio de un repeluco del gozo que anuncia el pronto asomo de capirotes por plaza Aladro.

María Santísima de la Amargura en la iglesia de los Descalzos

De otro lado, la elevada sublimidad del besamanos de la Reina de los Descalzos, la Virgen de la Amargura. Qué derroche de belleza contenida. Acertada decisión de la mayordomía de la Hermandad de cerrar la puerta principal de la capilla de los Sagrados Titulares, en evitación así de los azotes del fuerte viento que, de manera intermitente, soplaba con reforzada velocidad. Se accedería por la puerta principal de la iglesia de los Descalzos siempre para mayor protección y salvaguarda de la Amantísima Titular de esta cofradía ejemplar del Miércoles Santo jerezano.

Domingo de sol y agua a las plantas de la Santa Cuaresma