jueves. 25.04.2024

“La Hermandad es una iniciativa que está al servicio de la evangelización”

 “El Señor rechaza a la persona soberbia que no quiere cambiar, la hipocresía y la mentira”

Una de las convocatorias clásicas de la Cuaresma, sobre todo coincidente en sus domingos más nutridos de actos, es la propia de los cultos de las cofradías. Y, dentro de esta enumeración cultual, las Solemnísimas Funciones Principales de Instituto. El denominado día grande de la Hermandad. En el que se renueva la anual Protestación de Fe.

Jornada más trascendente incluso que la señaladísima de la estación penitencial. Reunión institucional de todos los hermanos. De nuevo largas filas de cofrades para el más emocionante de los juramentos bajo la literalidad de una fórmula inalterable: “Así lo confieso y lo creo, lo prometo y juro, así Dios me ayude y estos Santos Evangelios".

Este domingo 11 varias Hermandades han celebrado sus Solemnes Funciones Principales de Instituto. Entre ellas la Hermandad de Nuestra Señora de Loreto en su Soledad, clásica cofradía señera del centro de la ciudad. Una corporación que protagoniza el in crescendo de su evolución estética. También en lo litúrgico sabe cuidar al máximo todos los detalles.

La mañana rompía lluviosa y, luego, soleada para, a posteriori, alternar el mal y el buen tiempo. A pesar de este rítmico e indeciso parte meteorológico, y de paraguas en manos que se cerraban y abrían a compás, no mermó la asistencia de cofrades lauretanos a la iglesia parroquial de San Pedro.

El director espiritual de la cofradía y párroco de San Pedro, sacerdote José Hachero Álvarez, presidía la ceremonia religiosa. Amenizada el Coro de Capilla San Pedro Nolasco. En su predicación aleccionó  a toda la concurrencia: “El Señor nos da un espíritu nuevo. Y nos hace un regalo, su propio hijo, que es quien paga todos los platos rotos. Somos coherederos con Cristo. En la Fe nos da una onda de osadía para ponernos delante del Padre y pedirle. Lo que nos une al Señor es lo que nos une al cuerpo con la cabeza”.

¿Qué significa creer en Cristo? Una pregunta que lanza al aire el padre Hachero para matizar a continuación: “¿En qué se traduce en tu vida creer en Dios? Pues… Tener confianza en Él. Fiarte de Él. Creer en sus palabras. Saber por dónde va. El Señor quiere que velemos por nuestra Salvación. Hay que poner en práctica lo que nos dice. Es el mejor modo de guardar sus palabras”. La facilidad de verbo de Hachero enseguida matrimonia con la reflexión unánime. Digno introito al juramento que pronto se revalidaría.

¿Qué rechaza el Señor? Interesante interrogante que todo cofrade ha de formularse. “¿Qué rechaza? La persona soberbia que no quiere cambiar. La hipocresía. La mentira. Hay que tener en cuenta  que nos salvamos por misericordia de Dios. Nadie puede comprar su salvación. Hay quien hace obras para comprar su salvación. Eso es un error”.

Y concluye: “La Hermandad es una iniciativa que está al servicio de la evangelización. La Liturgia siempre es un regalo. Es un don de Dios (...) Para sacar la cruz en procesión hace falta mucha humildad. Hoy hacen falta testigos de la Fe”.

“La Hermandad es una iniciativa que está al servicio de la evangelización”