jueves. 25.04.2024

Lunes Santo, un día siempre joven

Una jornada de novedad permanente que quizás se vea incrementada el próximo año cuando lleguen nuevas incorporaciones

El día siempre joven definió el cofrade Juan Delgado Alba al Lunes Santo.  A partir de hoy, y hasta que acabe la Semana Santa, viviremos días canonizados; al menos, en lo tocante al remoquete  de santos con que lo iremos llamando. Así será desde hoy, Lunes Santo, que nos nació  hace poco más de setenta y cinco años cuando la Virgen del Amor y Sacrificio salió a la calle por vez primera, en un Semana Santa de 1941 de cartillas de racionamiento y de morados velos cubriendo retablos y crucifijos, penalidades y normas litúrgicas.

Un día donde no hay cofradías del XVIII ni siquiera decimonónica, si bien existió, una procesión la del Cristo de la Viga que, a principios del siglo XX, ya sacaban los hermanos de la Piedad.  Un día joven, por tanto, que nos sorprenderá tanto por sus contrates como por la acentuada personalidad de cada cofradía

Desde la parroquia de Fátima, creada en 1964 para atender las barriadas España y de la Constancia, saldrá la Hermandad de Jesús de la Paz y María Santísima del Refugio. Cofradía de barrio en toda su amplitud, donde todo el vecindario siente a la corporación como algo suyo, donde la cofradía es pieza fundamental de la vida diaria de la barriada. Una fusión que se muestra año tras año cada Lunes Santo y que tiene su reflejo en la propia evolución de una corporación que, en pocos años, ha sabido hacerse con un importante patrimonio tanto humano como material  y que este año se verá incrementado con el dorado de la trasera del paso de misterio y un juego de candeleros para el paso de palio.

Desde una barriada de la posguerra, la de la Plata, y desde su parroquia de Santa Ana iniciará, a primera hora de la tarde, su salida procesional la Hermandad de la Candelaria, otra cofradía relativamente joven unida con lazos inquebrantables a ese barrio de la vio nacer en 1955. Como estreno, un año más, el paño para la mujer Verónica, que en esta ocasión presenta la singularidad de haber sido realizado por un preso de la cárcel de Ocaña, con una hermosa historia de conversión hacia el cristianismo.

La parroquia de San Marcos es una de las fundaciones llevadas a cabo tras la Reconquista de Jerez por parte de Alfonso X. Tiene especial vinculación con la historia de la ciudad, ya que acogió en 1462 y 1467 y ante la Virgen de la Paz las juntas para acabar con los conflictos de la nobleza jerezana. Virgen de la Paz que en 1954 pasó a ser titular de la nueva cofradía de la Sagrada Cena. Cofradía que volverá a causar admiración por la valía de sus ambos pasos. Especialmente significativo será este año el estreno de la nueva corona de la imagen dolorosa de Santa María de la Paz y Concordia que vendrá a sustituir la que le fue robada recientemente.

En un extremo de la ciudad, en la zona de las Puertas del Sol, la moderna parroquia de Madre de Dios, antigua residencia jesuita, abrirá sus puertas para dar paso al nutrido cortejo de nazarenos negros que cada año acompaña a la devota imagen de Nuestra Señora del Amor y Sacrificio, ascética cofradía de cánones imperturbables que cada Lunes Santo llena de auténtico sentido penitencial las calles por donde pasa.

Y por último la catedral, histórica Colegial del Salvador cuyos orígenes se remontan también a la Reconquista aunque el actual templo fue trazado en 1695, será escenario de uno de los momentos más espectaculares de la Semana Santa jerezana: la recogida de la Hermandad del Cristo de la Viga entre la sobrecogedora humareda que desprenden las antorchas  colocadas en el reducto catedralicio. Una corporación, fundada en 1946, que volverá a presentar la impronta elegante y de otros tiempos que ofrece su cardenalicio cortejo y el peso devocional de sus históricas imágenes titulares.

Imagen de la recogida del Cristo de la Viga en la Catedral

El Lunes Santo por muchos siglos que pasen nunca dejará de ser un día siempre joven, donde se unen la vitalidad de sus barrios con la pujanza de sus cofradías, las devociones nuevas con el fervor revitalizado. Un día nuevo pero con raíces profundas en la historia y en la sustancia de lo secular. Nuevo como lo son el sol y el aire que cada día se estrenan. Novedad permanente que quizás se vea incrementada el próximo año cuando lleguen nuevas incorporaciones que vendrán a reafirmar ese carácter de una jornada que quiere ser eternamente joven.

Lunes Santo, un día siempre joven