viernes. 29.03.2024

'Malos' primeros pronósticos meteorológicos para Semana Santa

Cofrades, turistas y ciudadanos de a pie ya consultan al minuto las predicciones del tiempo

 Por Marco A. Velo y J.A.S. Galindo 

Abordamos una de las más permanentes incógnitas por antonomasia de la Semana Santa: su predicción meteorológica. Algunos años el ser o no ser de la lluvia es asunto más cantado en un sentido o en otro. Tanto si los días pasionales se prevén de sol y mangas cortas como si irremediablemente San Pedro se empecinó en sacar la regadera. Nada más agradecido para cofrades, turistas y ciudadanos de a pie que la certeza de una predicción sin ninguna vacilación en lontananza.

Sin embargo la incertidumbre mata. Desconcierta. Atonta. Alela. Porque siembra un campo de incógnitas en la campiña de todas las ilusiones conjuntas. Y porque deja sola ante el peligro la enorme -capital, cenital- responsabilidad que los dirigentes de las Hermandades -Hermanos Mayores, Juntas de Oficiales y Diputaciones Mayores de Gobiernos- asumen nunca a tontas y a ciegas pero sí zarandeados por un temblor del costillar de padre y señor mío.

Constatando de antemano que las predicciones son como el libro de los gustos de cada cual, esto es: susceptible de cambio y de giro copernicano a cada momento, lo cierto y seguro es que, grosso modo, ya contamos con un cierto bosquejo aproximativo de cara a los primeros días de la Semana Santa. O, por mejor decir, para el bloque de jornadas inaugurales (si en éstas incluimos el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión). Porque damos por sentado que ya la Semana Santa, oficial u oficiosa, no comienza ni por asomo con la dominical amanecida de las palmas colgadas en los balcones de la remembranza.

¿Qué nos deparará los primeros días de la Semana Santa? Los pronósticos (iniciales ) auguran una Semana Santa seca pero también fría. De modo que las camisetas inferiores y los abrigos no estarán de sobras. Ni los calcetines de lana. Hablamos, en efecto, de una Semana Santa fría, quizá demasiado fría en según qué jornada, y seca. Pero no seca de principio a fin. No seca de alfa a omega. No seca en toda su dimensión y en toda su extensión. Porque las vísperas estarán a buen seguro pasadas por agua…

Y estarán pasadas por agua porque tanto el Viernes de Dolores como el Sábado de Pasión parecen condenados -parecen abocados este año- al yugo (inmisericorde) del alto riesgo de lluvia, del altísimo porcentaje de partes que anuncian chubascos. Una predicción que irá desapareciendo gradualmente de cara al Domingo de Ramos. Nos asentamos en las fuentes más fidedignas.

Para no desbaratar ni desbarrar en balde. Para no hablar de oídas. Para evitar el bulo extendido de boca a oreja. Y de oreja a oreja. En esto de la climatología para la Semana Mayor no caben la indefinición ni las medias tintas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para el Viernes de Dolores habrá un 95% de riesgo de lluvia y temperaturas que se situarán entre los 16 de máxima y los 7 de mínima. La amenaza parece insalvable.

Cabe insistir: la ley de la naturaleza es tan variable y cambiante como caprichosa. Y nada es inamovible. El mal tiempo continuará el Sábado de Pasión, desafortunadamente: en tanto en cuanto nos topamos con un 70% de riesgo de precipitaciones (entre paréntesis: temperaturas que de hecho continuarán bajas las mínimas, pero paulatinamente subiendo las máximas dos grados).

La mañana siguiente amanece indecisa e indefinida. Toca turno a los nervios a flor de piel. Toca turno al particular calvario de los miembros de las Juntas de Gobierno. Toca turno de mirar el cielo con un rictus de no escondida desesperación.

De modo que para el Domingo de Ramos la situación es incierta, ya que Aemet no ofrece un pronóstico por horas. De ahí los pliegues de  esperanza. Esperanza y expectación que se entremezclan. El riesgo seguirá siendo alto (70%), si bien se espera que a medida que avance la jornada…. se irá estabilizando el tiempo. El deshoje de la margarita será in extremis. Eltiempo.es sí avanza un pronóstico por tramos horarios y, de cara a la tarde, prevé que el cielo se despeje. Dedos cruzados, por tanto.

Nada se ha consumado y siempre resulta favorable apostar al caballo ganador del optimismo. Aemet no va más allá del Domingo de Ramos, no traspasa la barrera de este histórico día de estrenos de zapatos nuevos.

El tiempo en sí ofrece una variable aproximativa de datos al respecto del resto de la Semana Santa. Y he aquí la buena nueva, la bona noticia: desde el Lunes Santo al Domingo de Resurrección se esperan cielos completamente despejados o con algunos intervalos nubosos, sin ningún riesgo de lluvia. Hosanna. Empero, eso sí, se espera que haga frío, ya que las máximas estarán en torno a los 18 grados y las mínimas entre 7 y 8 grados. Para los cofrades el frío es peccata minuta.

'Malos' primeros pronósticos meteorológicos para Semana Santa