viernes. 29.03.2024

Paso adelante de los hermanos de Columna

El cabildo aprueba los dos grandes proyectos de la junta de gobierno de la archicofradía del Martes Santo gaditano

El pasado sábado, día 23 de febrero, los hermanos de Columna estaban convocados a un importante cabildo general extraordinario, una cita histórica y con un resultado más que satisfactorio, ya que por mayoría de todos los hermanos asistentes sin ningún voto en contra se aprobaron todos los puestos propuestos por la nueva junta de gobierno encabezada por Jesús Farrujia.

De esta manera, quedó aprobada tanto la incorporación del San Pedro Apóstol Penitente al paso de misterio del Señor, como el iniciar los trámites para modificar el titulo, solicitud que será enviada al secretariado para su aceptación.

El título quedaría de la siguiente manera: Venerable, Real y Muy Ilustre Archicofradía de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y Penitencia de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y Azotes, María Santísima de las Lágrimas, San Pedro Apóstol Penitente y San Juan Evangelista.

La imagen de San Juan es constante en la cofradías de Semana Santa, por ser un testigo directo en la Pasión del Señor según el relato evangélico. San Pedro por otro lado lo vemos habitualmente relacionado de forma muy particular con el misterio de la flagelación, mostrándose en su iconografía de las lágrimas o el arrepentimiento como es el caso de la imagen titular de la hermandad. Es frecuente que cofradías que rinden culto al misterio de los azotes cuenten o hayan contado en algún momento de su historia con imágenes de San Pedro.

A pesar de estos argumentos hay que reconocer que no hay datos concretos en los documentos acerca de la motivación de los hermanos fundadores para contar con las imágenes de ambos santos, pero es evidente que desde el primer momento existió la voluntad de que esto fuera así. Se sabe que es en los mismos inicios de la fundación cuando se realizan sus tallas junto con la del Señor y la Virgen Dolorosa, entonces advocada de la Soledad. Es por ello que se atribuyen a Jacinto Pimentel, como posiblemente también la imagen de la Virgen, hoy en paradero desconocido.

En los estatutos fundacionales de 1660, se señala en su artículo III "que haya de hacerse para el adorno de esta dicha Cofradía, una hechura de Santo Cristo, otra de Nuestra Señora, y las demás de Santos". En el cabildo de 1661, el fundador Juan de Texada Carreño, manifiesta que ya se ha cumplido con todo lo acordado: el Señor se halla colocado en su capilla, las demás imágenes también han sido ya ejecutadas y han sido confeccionadas las insignias necesarias. Quedando todo pagado con las limosnas aportadas por los hermanos, da por concluida su labor y se procede a elegir a los cargos que regirán la cofradía. Queda claro por tanto claro que en ese momento ya están ejecutadas.

Conocemos a ciencia cierta que el retablo fue colocado en 1699. Tras un recorrido por varios emplazamientos en el templo, la Archicofradía se hizo con la propiedad del lugar que hoy contemplamos siendo prioste el capitán Francisco de San Ginés. Es por ello que desde ese momento ocupan el lugar preferente que conocemos, flanqueando al Señor Atado a la Columna, aunque como hemos visto las imágenes ya existían desde el momento de la fundación por lo que ocuparían lugares similares en las capillas anteriores.

Consta como desde el origen procesionaban en pequeños pasos formando parte del cortejo procesional de la Archicofradía y tenemos numerosos testimonios de su presencia a lo largo de los siglos, despareciendo en los años veinte del siglo pasado, momento en el cual nuestra corporación adopta unas formas "cofradieras" mas cercanas a las que estamos acostumbrados en la actualidad, si bien hay una última salida de San Juan en 1931. Valga como ejemplo el relato de la procesión de 1735, que se conserva en nuestro archivo. Al sorprender un intenso aguacero a la cofradía cuando transitaba por delante del Convento de San Francisco, decide refugiarse en el mismo y se señala: "y asimismo se acogieron a nuestra iglesia el Príncipe de los Apóstoles, San Pedro, con la insignia de su guión y el Amado Discípulo San Juan"

Su carácter procesional motivó que contaran con patrimonio propio tal como vestiduras con ricos bordados y atributos de plata, hoy perdidos. Tenemos constancia en actas de 19 de abril de 1848 y de 20 de mayo de 1851 como se nombran camaristas para ambas imágenes, encargadas de su cuidado y vestimenta.

Y una buena pregunta sería que si todo esto es así, si la realidad de nuestros dos Santos es tan contundente en la historia de la Archicofradía ¿cómo es posible que nunca se hayan incluido en el título? Pues el motivo principal es la importancia realativa que se daba a esta denominación oficial en centurias pasadas, viendo habitualmente como ni siquiera la advocación de la Virgen se incluía en el mismo.

En la fundación la vemos nombrada sencillamente como "Cofradía del Santísimo Cristo de la Columna" o en la propia bula de agregación de 1662: "Cofradía de Penitencia de la Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo". En 1735 se nombra como "Muy Noble, Ilustre y Venerable Archicofradía del Santísmo Cristo de la Columna" y en los estatutos renovados de 1754 la vemos como "Archicofradía de la Santísma Resurrección y Penitencia de la Columna y Azotes". Con la reorganización de 1842 ya encontramos: "Venerable Archicofradía de la Santísma Resurrección y Penitencia de la Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo" y es algunos años después cuando por primera vez vemos la inclusión en el título de la advocación mariana: "Venerable y Muy Ilustre Archicofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de la Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísma de la Lágrimas".

En los años posteriores a la Guerra Civil es cuando se consolida el título actual, por lo tanto entendemos que con la regularización y homologación de los títulos en fechas mas que recientes es muy posible que nadie cayera en la cuenta del olvido de los dos santos, por lo que su ausencia se ha perpetuado en el tiempo.

En nuestros estatutos actuales, aprobados en 2005 existió la intención de haberlos incluido en ese momento, pero no fué posible por circunstancias que no vienen al caso.

A pesar de ello se deja constancia de la devoción a ambos santos:

En su artículo 7º dice "Es finalidad general y primordial la Gloria a Dios y el incremento del culto Público a Nuestro Divino Redentor y a su Santísima Madre en sus advocaciones respectivas de la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro padre Jesús Atado a la Columna y Azotes y María Santísima de las Lágrimas; y a los santos San Pedro Apóstol y San Juan Evangelista". Y en su artículo 21º: "De igual modo , la Archicofradía celebrará las festividades de San Pedro Apóstol y San Juan Evangelista".

También, en la fórmula para la protestación de fe incluida en el anexo 1 se dice: "Que la Santísima Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y Azotes, por la eficaz intercesión mediadora de María Santísima de las Lágrimas, San Pedro Apóstol y San Juan Evangelista, nos ayuden a mantenerlo y defenderlo a fin de que acabemos esta vida mortal fundidos en su amor y en el de su divino Hijo, y gocemos sin fin de la gloria eterna".

Paso adelante de los hermanos de Columna