Poderío de Martes Santo

Brillante jornada cada vez más fortalecida con mucho público en las calles ávido de ver procesiones ante la incertidumbre meteorológica que se avecina

El Martes Santo cada vez crece más. A ello contribuyen sin duda las hermandades del día que vienen enriqueciendo su patrimonio y eso tiene su correspondiente reflejo en su discurrir por las calles de Cádiz.

Meteorológicamente fue la jornada más redonda. El molesto viento del Lunes Santo desapareció para dar paso a un día espléndido en el que los cortejos, cada uno con sus particularidades, pudieron lucir en su máxima expresión.

Y mucho público en la calle un día más. Gente con ganas de ver procesiones, una sensación que se multiplica debido a la incertidumbre climática que parece que se avecina. Incertidumbre con mayúsculas porque se anuncian lluvias pero dispersas y aisladas, lo que contribuye a crear una mayor sensación de zozobra.

Más allá de lo que pueda ocurrir, el Martes Santo nos dejó estampas para el recuerdo. La sobriedad de Sanidad, la capacidad de superación de Piedad, la elegancia de Jesús Caído, el continuo crecimiento de Columna y ese sabor añejo que siempre transmite Ecce-Homo. Algunas cosas a mejorar como el pequeño corte del final o la presencia de hermanos de fila.

Y, un día más, hay que referirse al cumplimiento de horarios. Encomiable el esfuerzo que hacen las hermandades para estar a la hora y en el sitio como se dice en Cádiz. Eso engrandece también una Semana Santa.

Sanidad

Ya casi nadie se acuerda de que era una hermandad de la Madrugada. Su absoluto asentamiento en el Martes Santo demuestra que todo tiene un principio y un fin y que decisiones que pueden parecer controvertidas se acaban acatando con naturalidad.

Sin embargo, se percibe un cierto estancamiento en cuanto al número de penitentes en el cortejo. Se experimentó un crecimiento innegable, pero parece que se ha producido un parón en este apartado tan fundamental para la puesta de largo de una hermandad.

Calor de justicia a la hora de salida y mucha emoción en el interior del templo. Precisamente, uno de los responsables de esa expansión, Francisco Panet, nos dejaba hace unos días. Como no podía ser de otra manera estuvo en el recuerdo de todos, incluido el padre Rafael Fernández que pidió que se rezase por él.

Hay detalles que engrandecen a una corporación penitencial. En este caso fue la invitación a los ancianos de la Residencia Fragela a que contemplasen la salida en el interior de la Catedral Vieja. Una hermosa manera de redoblar los vínculos con esta entidad tan ligada a la cofradía de negro.

Antes de que se impusiera el silencio, 'Mayor Dolor de María' fue la marcha elegida para el prólogo de la estación penitencial del paso de misterio. Posteriormente sonaría 'Sanidad', emblema inconfundible que acompaña el reencuentro de la Dolorosa con su barrio del Pópulo.

Piedad

Hay salidas y salidas. Indudablemente la de este año tenía unas connotaciones muy especiales para la hermandad de Piedad. Solo cuando se ha pasado mal se valora lo que se puede perder. Y este año ha estado a punto de estar señalado en negro en la ya dilatada historia de la cofradía.

Sin embargo, reconducida la situación, todo era alegría en la iglesia de Santiago. Tremendo el trabajo que se ha realizado estos meses, una labor que ha permitido aumentar el cortejo con el regreso de miembros de la nómina que estaban algo alejados de sus titulares.

Ante el paso del Santísimo Cristo, como es tradicional, aguardaban soldados del RACTA-4 del acuartelamiento de Camposoto. En el cortejo, una importante nutrida femenina. No faltaban históricos como el que fuera presidente del Consejo Local de Hermandades, Miguel García, y el concejal del Partido Popular José Blas Fernández.

Con exquisita puntualidad se escenificaba en la puerta de la iglesia de Santiago el habitual ritual de colocación del remate de la cruz. Posteriormente, la Banda de Cornetas y Tambores 'Santa Marta', de Jerez, se estrenaba con 'Toque de oración' y el misterio avanzaba por la plaza de la Catedral camino de la calle Cobos.

En apenas minutos, la Virgen de las Lágrimas ya estaba en la calle. Y como las buenas costumbres no deben perderse sonó 'Virgen del Valle', composición clásica que siempre acompaña el inicio de su caminar por las calles de Cádiz, un tránsito dulce y suave conducida de nuevo, tras algunos años de ausencia, por la cuadrilla encabezada por los hermanos Martín.

Jesús Caído

La salida procesional de 2019 difícilmente se le va a olvidar a un buen hombre ligado siempre a Jesús Caído, Pedro Reynoso. Han sido dos décadas al frente de la cofradía en diferentes etapas pero todo tiene un fin.

Se marcha con la satisfacción de haber contribuido al engrandecimiento de una hermandad que, sin perder su esencia, ha avanzado a pasos agigantados en los últimos tiempos. Y, además, ha dejado allanado el terreno para que otros cofrades bien preparados recojan el testigo.

Los bancos de la iglesia de San Francisco, atestados de hermanos de uno los cortejos más nutridos de la Semana Santa gaditana, rompieron en aplausos para rendir pleitesía a Reynoso en el improvisado homenaje organizado por su junta de gobierno.

Muchos hermanos para una fila que crece y crece. Detrás la ya tradicional representación universitaria y el candidato a la Alcaldía por el Partido Popular, Juan José Ortiz, que lucía en su pecho la medalla de la corporación penitencial.

'En tu camino azahar' y 'Siempre Macarena' fueron las primeras marchas que acompañaron el caminar de los respectivos pasos. Era el inicio de una auténtica manifestación de fe siempre impregnada de ese sello tan propio que esta hermandad algo distinta a las demás por muchas cosas.

Columna

Si hay una cofradía que en continua expansión esa es la archicofradía de Columna. El proyecto continuista de Jesús Farrujia va a terminar de culminar el iniciado por su antecesor en el cargo Sergio Rodríguez.

Basta con comprobar el apartado de estrenos para cerciorarse de que en esta hermandad no se para desde hace algunos años. Quizás el más llamativo, la incorporación de la imagen de San Pedro al paso de misterio, una estampa que ya pudo contemplarse en el pasado vía-crucis diocesano de julio del pasado año.

El director espiritual, Óscar González, quiso acordarse antes de la salida de los hermanos enfermos que no podían hacer estación de penitencia y de aquellos que por motivos laborales también se encontraban lejos de sus benditas devociones.

El preámbulo de la salida procesional también fue muy especial para el pregonero, Vicente Rodríguez, hermano de la archicofradía y que fue el encargado de ordenar la primera levantá de la Virgen de las Lágrimas, antes de que sonase la inmortal marcha de José Cubiles que lleva su nombre.

Mención aparte merece una vez más la Banda de Cornetas y Tambores 'Rosario de Cádiz'. Después del éxito rotundo con Las Aguas en Sevilla el Lunes Santo, comparecía por primera vez en la Tacita de Plata este Martes Santo. Repertorio magníficamente escogido y mejor interpretado. El jueves más con Afligidos si el tiempo no lo impide.

Ecce-Homo

Hablar de Ecce-Homo es hacerlo de gente muy apegada a su hermandad. Si antes decíamos que Jesús Caído es una cofradía algo distinta por muchas cosas, lo que mejor define a la corporación penitencial de San Pablo es el fuerte arraigo de sus cofrades por sus imágenes titulares.

Un buen ejemplo lo tenemos cada año en el inicio de la estación de penitencial. Las mismas caras de siempre y si alguien falta es porque, desgraciadamente, ya no se encuentra entre nosotros. Que cunda el ejemplo de esta hermandad tan humilde pero con esta virtud tan exportable.

Lo de la maniobra de salida resulta un tópico pero es una imagen que siempre cautiva al espectador ya sea cofrade o no. Una vez más hay que tirar de pericia para solventar un momento realmente complicado. Ese instante concentra otro de los grandes encantos de la hermandad.

'Ecce Homo', ese himno inmortalizado para la Semana Santa gaditana por el maestro Escobar sonó coincidiendo con la salida de la cruz de guía y, posteriormente, acompañó los primeros pasos de las imágenes titulares.

Con exquisita puntualidad, la hermandad fue cumpliendo los tiempos de paso. Lástima ciertos cortes en el cortejo que siempre deslucen el discurrir de cualquier corporación penitencial. Los pasos anduvieron elegantes y sobrios cumpliendo a rajatabla la idiosincracia de la archicofradía.