martes. 23.04.2024
El MIRA | Noticias
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No sabría calibrarse si fue la jornada del sábado o la del domingo la que aglutinó a mayor índice de público -proveniente desde distintos puntos de Andalucía- en los templos jerezanos.Miles de personas, cofrades todos, visitaron Jerez este fin de semana con motivo del denominado ‘Gran Besamanos Magno’.

La Santísima Virgen se presentaba en solemne ceremonia de besamanos en cada iglesia, en cada ermita, en cada capillita, en cada santuario de la ciudad. El centro bullía turistas. Foráneos y forasteros. El sector de la hostelería esbozaba una metafórica sonrisa comercial. También en octubre estaban haciendo, de nuevo, su agosto. La iniciativa propuesta e ideada por el Consejo General de la Unión de Hermandades ha dado sus frutos, cubierto sus expectativas y superado con creces los mínimos pretendidos.

Jerez no quedó desértico, sino muy al contrario, bajo el sol de justicia que ha campeado durante todo el fin de semana. Los esplendorosos mantos bordados, las mejores sayas, el máximo cuido de las priostías se ha puesto de manifiesto tal fuese un adelantado domingo de la Santa Cuaresma. Los cofrades han sabido afrontar con sumo gusto el reto de esta efemérides. Las cofradías saben cuanto traen entre manos.

Muchísimas familias compuestas de varias generaciones acudían, completas, al itinerario previsto. Devoción, unción, fe, avemarías, reencuentros y felicitaciones recíprocas. Resulta harto difícil -por inabarcable y por injusta- la enumeración  de los besamanos más destacados.

La iglesia conventual de San Francisco, eso sí, se convirtió en epicentro o en punto de partida. Allí permanecían de besamanos la histórica Virgen Inmaculada del Voto y asimismo la franciscana María Santísima de la Esperanza y la Sagrada Titular de  la Hermandad del Cristo de la Expiración María Santísima del Valle.

Y todo Jerez se hizo Ave María Purísima