jueves. 25.04.2024

Sin ningún tipo de rubor. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha hecho un llamamiento a los católicos para que den acogida a los inmigrantes, afirmando que "no hay horizonte más inclusivo que el horizonte católico, pues católico significa todas las personas y en todas sus dimensiones", ya que "Dios no descarta a nadie, y si por alguno tiene preferencia es por el más pobre, por el que haya tenido menos oportunidades en su vida, por el que la sociedad haya marginado, por el que se queda atrás".

Asimismo ha recordado que el próximo domingo, día 26 de septiembre "celebramos la Jornada del Migrante y Refugiado con el lema 'Hacia un nosotros cada vez más grande', dado que "el tema de la movilidad humana es cada vez más global", pues "vivimos realmente en un mundo interconectado mundialmente, y eso nos asoma a una nueva época en que esa movilidad ayudará a ensanchar los horizontes humanos de cada país, de cada grupo humano, de cada continente".

Contaminación de las relaciones sociales

En este contexto, entiende Demetrio Fernández que, lo mismo que "la exclusión de los residuos contamina el ambiente y el clima, la exclusión de los menos favorecidos contamina y enrarece las relaciones sociales" y, es más, "la exclusión de los débiles embrutece las sociedades avanzadas", de modo que "la exclusión del extranjero descabala las sociedades envejecidas del primer mundo" y "la actitud excluyente hace daño al hombre".

El obispo ha señalado también que "la regulación política de los flujos migratorios corresponde hacerla a los dirigentes de las naciones y de los pueblos, y es un asunto complicado. Rezamos en esta Jornada por todas esas decisiones que se toman a distintos niveles, y en las que están en juego millones de personas. Pero la actitud primera ante este fenómeno, la actitud que nos inspira la Palabra de Dios, es la actitud de acogida, y en caso de duda la balanza debe inclinarse siempre a la inclusión", dejando claro también que "un corazón católico es un corazón inclusivo".

El obispo de Córdoba llama a acoger al inmigrante amparándose en el catolicismo