jueves. 25.04.2024
Eduardo Guerrero
Eduardo Guerrero

“Es una pieza de amalgama, entrelaza puntos de vista, donde la tradición y la contemporaneidad van de la mano”. Así define Eduardo Guerrero ‘Debajo de los pies’, un espectáculo que mañana sábado día 15 de mayo estrena en el Teatro Villamarta, escenario principal del XXV Festival de Jerez.

No será el único punto de interés de la programación del certamen en este próximo fin de semana, pues en este corto espacio de tiempo la oferta dancística reúne estilos tan personales y diversos como el de Rocío Molina (‘Al fondo riela’), el dúo formado por Estévez/Paños (‘Silencio’) y Fernando Jiménez (‘Transiciones’). A ellos se suma el cante de Melchora Ortega, que presenta su ‘Flamencas de película’, y las mellizas Florencia Oz (baile) e Isidora O’Ryan (chelo) con ‘Antípodas’.

“Se ha ido creando capa a capa”, señaló Eduardo Guerrero, ante los medios de comunicación, a la hora de explicar los detalles de su ‘Debajo de los pies’. Y el resultado es “una pieza grupal” en el que se construyen puentes entre diversas líneas estéticas. “Sentía la necesidad de compartir, de crecer como artista”, añadió, abandonando ese egocentrismo natural que suele envolver toda creación.

‘Debajo de los pies’ nace de un sentimiento de búsqueda de “lo más terrenal” del bailaor gaditano. Esa indagación comenzó en 2017 y tuvo como guía a David Lagos. La primera parada se centra en un romance que se graba a Tío Maleno. Luego, llegaron otros espectáculos y la inesperada pandemia. Es entonces cuando Guerrero retoma la idea de ”rescatar este material”, pues no siente la necesidad de caminar, “sino de parar un rato”.

En ese estado de incertidumbre colectiva Guerrero se plantea conflictos sociales más allá del baile: la falta de comunicación, la individualidad excesiva y por qué ocurría todo esto. Recurre al guitarrista José Acedo para “organizar el guion musical” y todo empieza por peteneras, reflejo de un estado de ánimo. Luego llegaría el trémolo para convertirse en columna vertebral del espectáculo.

Al igual que Tío Maleno, Remedios Amaya aparecerá en un vídeo en este montaje. “Necesitábamos esa presencia. Remedios Amaya es la artista que más ha caminado. Es otra pieza fundamental”, añadió. Todo ello pretende llegar a la búsqueda de “ese ser de verdad”, que da valor a las cosas simples y esenciales, al mismo tiempo.

Además de los palos flamencos mencionados, en este ‘Debajo de los pies’ -con dramaturgia y dirección escénica de Mateo Feijoo-, Guerrero ofrecerá un amplio registro que incluye bulería, milonga, alegrías, tangos… Y su baile tendrá la compañía de Sara Jiménez y Alberto Sellés. A la guitarra de José Acedo, se suma el cante de Ismael de la Rosa y la batería de Manuel Reina. Los audiovisuales y el espacio sonoro llevan la firma de Los Voluble.

Rocío Molina y la guitarra

Tras Eduardo Guerrero, en el escenario del Teatro Villamarta podrá verse el domingo día 15 de mayo ‘Al fondo riela (Lo Otro del Uno)’ de Rocío Molina. Se trata del segundo montaje que la bailaora malagueña dedica a la guitarra y que forma parte de una trilogía en torno a este instrumento. Un proyecto aún en desarrollo -que comenzó con ‘Inicio’ y el guitarrista Rafael Riqueni- que desanda el camino de la tradición del flamenco para volver a recorrerlo y recuperar la esencia del acto creativo que anida en este arte.

Rocío Molina fija ahora su punto de atención en la guitarra -una de sus grandes pasiones- y su montaje es el resultado de una investigación hasta descubrir el paisaje artístico inmenso que envuelve a este instrumento. Un instrumento que le sugiere ideas y que, tomando como referencia algunos de sus intérpretes, le abre las puertas de un mundo en el que es necesario profundizar.

De ahí que Rocío Molina entendiera que esta especie de homenaje a la guitarra no tuviera cabida sólo en un espectáculo y lleve a cabo este proyecto incompleto hasta cerrarlo con su tercera parte. En este ‘Al fondo riela (Lo Otro del Uno)’ al baile de Rocío Molina le dará réplica las guitarras de Eduardo Trassiera y Yerai Cortés, dos músicos con estilos bien diferentes.

En ‘Flamencas de película’, la cantaora Melchora Ortega (sábado 15 en Sala Compañía) vuelve a apostar por su faceta más personal, creativa y, hasta cierto punto, transgresora. Ya lo hizo en ‘Por los pelos’, su anterior espectáculo donde interpretaba el papel de La Memole.

En esta nueva propuesta, que estrena en el certamen, Melchora Ortega incide en esa otra forma de entender el espectáculo y su carrera profesional, explorando nuevas formas expresivas y sacando a la luz su natural capacidad para ser una artista con otros registros, al margen de sus conocidas dotes para el cante.

Las ‘Flamencas de película’ toma como referencia ese elenco de artistas -Pastora Imperio, Carmen Amaya o Lola Flores- que hicieron de la pantalla el escenario global de su particular forma de entender el flamenco.

El cante de Melchora Ortega tendrá como artista invitada a la bailaora Pilar Ogalla, además de un grupo musical denominado Las Consombrero, formado por la guitarra de Antonia Jiménez, el acordeón, clarineta y zanfona de Elena Jiménez, el piano de Mai Kikuchi y las palmas y coros de Rocío García Soto y Reyes Martín. Todo ello bajo la dirección de Francisco López.

Será otro jerezano, el bailaor Fernando Jiménez, quien también en Sala Compañía el domingo día 16 haga su debut en el Festival de Jerez con espectáculo propio, tras conseguir el Premio Artista Revelación de la Federación Local de Peñas Flamencas por su destacada actuación en una de sus sedes en la edición del pasado año. “Dar un paso más” y evolucionar tomando impulso desde el pasado viene a ser el camino que se ha marcado Fernando Jiménez en ‘Transiciones’.

Arropado por un trío de cantaores y las guitarras de Fernando del Morao y Antonio Malena Hijo, uno de los atractivos de este ‘Transiciones’ será ver sobre el escenario a la bailaora Pastora Galván y el guitarrista José Gálvez como artistas invitados, además de la colaboración especial de Juana de la Curra.

Ya en los Museos de la Atalaya, pasado el mediodía, este fin de semana reúne a dos dúos de artistas marcados por un estilo muy personal. Las mellizas Florencia Oz (baile) e Isidora O’Ryan (chelo y voz) estrenan su ‘Antípodas’ (sábado 15 de mayo), un montaje dirigido por David Coria, mientras que los bailarines y coreógrafos Rafael Estévez y Valeriano Paños pondrán en escena ‘Silencio’.

En ‘Antípodas’ Florencia Oz e Isidora O’Ryan se sumergen en una estética minimalista y contemporánea para narrar la experiencia vital de cuando eran una sola. En esta propuesta se juega con la figura del doble, el tópico de la identidad enfrentada al reverso de su moneda hasta llegar al desdoblamiento. Así las cosas, el baile, el flamenco, la percusión y la poesía visual de una influyen en la voz y en la música de chelo de la otra.

De otro lado, el silencio es el leitmotiv del montaje que protagonizan los bailarines y coreógrafos Rafael Estévez y Valeriano Paños. En ‘Silencio’ (domingo día 16 de mayo, Museos de la Atalaya) su baile se enfrenta a la crudeza de la ausencia de ruido, de modo que la estética bailaora de uno complemente a la del otro y viceversa.

En ese diálogo dancístico Estévez capta el perfeccionamiento del movimiento estilizado de Paños y éste la afinidad con otros tiempos del baile de Estévez.

Eduardo Guerrero estrena 'Debajo de los pies' en el Teatro Villamarta